Se venía rumoreando desde hacía tiempo y era prácticamente ya un secreto a voces. Tras trece años compitiendo en el Mundial de Rallyes, Mikko Hirvonen pondrá fin a su carrera en el WRC al final de esta misma temporada, justo después del Rally de Gales que se disputará la próxima semana. Un piloto que a punto estuvo en varias ocasiones de poner fin a la racha del emperador de los rallyes pero que no volvió a ser el mismo después de su grave accidente en el Rally de Finlandia de 2010.
El finlandés pone fin así a una larga trayectoria en el WRC, con 162 rallyes, 15 victorias, 68 podios y el paso por tres marcas oficiales de la talla de Subaru, Ford y Citroën. Sin embargo, Hirvonen siempre tendrá una espinita clavada llamada Sébastien Loeb. Hasta cuatro subcampeonatos del mundo (2008, 2009, 2011 y 2012) ha sumado el piloto de M-Sport en la última década. Una carrera ensombrecida por el astro francés con el que llegó a compartir equipo en las que fueron las dos últimas temporadas completas de Loeb en el WRC.
Es justo recordar a Mikko por sus batallas con Loeb, como heredero de Marcus Grönholm ya que los últimos años la moral y la calidad del piloto nórdico no fueron la de antaño. Esta misma temporada, con el esperado regreso a sus orígenes en M-Sport, nos dejaba tan sólo dos destellos (Portugal y Catalunya) que nos hacían tener la esperanza de seguir viendo a Hirvonen en el WRC la próxima campaña. A partir de ahora el finés se centrará en su familia, aunque no descarta seguir compitiendo en el futuro en otras categorías.
Recordemos que ya compitió en el pasado en el Europeo de RallyCross con buenos resultados y no sería de extrañar que probase suerte a corto/medio plazo en una competición que no exige tanta dedicación como el Mundial de Rallyes y sobre la que ya ha expresado su deseo de volver a correr. Adiós y gracias Mikko Hirvonen.