Sin duda alguna, y pese a las diversos aspectos que hay que comentar sobre el pasado Gran Premio de Hungría, lo más sorprendente de toda la carrera fue el nivel al que rindieron Lewis Hamilton y su Mercedes con una temperatura en el asfalto rondando los 50º. Era un examen que muchos dudábamos que pasarían con tan buena nota, pero visto lo visto, habrá que tenerlos muy en cuenta de ahora en adelante.
Pirelli llegaba a este GP con las gomas nuevas que montarán los equipos desde ahora hasta final de temporada, si no vuelve a pasar nada extraño. Curiosamente, Mercedes era el único equipo que no había tenido opción de probar estos neumáticos en los pasados test de Silverstone, como castigo por sus 1.000 km de test privado en Barcelona. Pues mira tú por dónde, parece que no le han venido nada mal al W04, porque no puede haber otra explicación posible al ritmo de Hamilton durante toda la carrera, que una notable adaptación a estos nuevos neumáticos.
La ayuda de Jenson Button
Es cierto que fue una ayuda inestimable la estrategia a dos paradas de Jenson Button, que frenó de una manera muy evidente tanto a Sebastian Vettel como a Romain Grosjean justo tras la primera parada de ambos. Como si Hamilton siguiera corriendo para McLaren y Button ejerciera de fiel escudero. Los números no engañan en este sentido: Vettel, que era el inmediato perseguidor de Hamilton en la primera fase de la carrera, sale de su primera parada a 3 segundos de Lewis, para encontrarse a más de 13 segundos en el momento que Jenson Button se aparta de su camino para detenerse en boxes por primera vez. Dicho sea de paso, Button deja como recuerdo de esas infernales vueltas para Vettel una rotura del alerón delantero del RB9 del alemán, por si la sangría en tiempo no había sido suficiente.
Pero tampoco restemos méritos a Hamilton. Para nada. El ritmo del piloto británico fue sorprendentemente rápido en todo momento, metiendo 43 de sus 70 vueltas entre los 3 tiempos más rápidos en cada vuelta (teniendo muchas fases de carrera en la que no estaba especialmente presionado). Y sobre todo, y para nada menos importante, Lewis Hamilton también salió por detrás de Button en su primera parada, y no tardó ni una vuelta en pasarle, cosa que Vettel no logró en ninguna de las casi 13 vueltas que se pasó a la estela del piloto de McLaren. En todo momento estuvo muy claro que quien quisiera ganar esa carrera, iba a tener que dar un paso al frente, y Hamilton sin duda lo dio.
Gran carrera de Romain Grosjean
Tampoco se quedó atrás Romain Grosjean, todo sea dicho. Pero vio como sus opciones de victoria se esfumaban precisamente en el mismo momento de la carrera que Vettel padecía del mismo mal. Si Button hizo de tapón a Vettel, el piloto alemán hizo lo propio con Grosjean, matando el sensacional ritmo que el de Lotus venía demostrando todo el fin de semana. Resignados a ver como se esfumaban sus opciones de alzarse con su primera victoria, Lotus y Grosjean intentaron alterar la estrategia para despejar el camino a Grosjean, pero la primera piedra que se encontró en el mismo fue la de Felipe Massa. El adelantamiento que hizo al brasileño fue de narices y realmente bonito, metiéndose por fuera en una zona rápida, pero para evitar colisionar con Felipe tuvo que abrir la entrada a la curva más de la cuenta. Resultado: drive-through que le costó la carrera.
Me gustaría pararme en este punto para denunciar el poco bien que le hacen a este deporte decisiones como la tomada por los comisarios de la FIA en este adelantamiento. Parece que haya unas especiales ganas de cargarse siempre que sea mínimamente posible a quien intenta el adelantamiento. Las normas son muy claras, no lo discuto, pero si hay unos comisarios en cada carrera, es precisamente para tratar de contextualizar e interpretar esas normas. Si Grosjean llega a sacar las 4 ruedas fuera de la pista (muy justo), es meramente circunstancial y producto del forcejeo final con Massa al materializar un adelantamiento agresivo. Esa salida es, por así decirlo, la consecuencia inevitable del adelantamiento (si no, se chocan), y no la causa del mismo. No obtiene ventaja por salirse de pista, en definitiva. Mal penalizado.
El compañero de equipo de Romain Grosjean, Kimi Raikkonen, logró acabar segundo saliendo de mucho más atrás en parrilla. La estrategia del finlandés fue de dos paradas, y consecuencia de ello (o quizás el orden de los factores es realmente el inverso), su ritmo fue inferior al de Grosjean durante toda la carrera, rodando de media dos décimas más lento que el francés. Nada extraño, pues Romain había rayado a un nivel superior a Raikkonen todo el fin de semana. En cualquier caso, buen pódium de Kimi, que sigue sumando poquito a poco.
Un último apunte dedicado a Ferrari. Soy de los que defienden que tenían el mejor coche de la parrilla al inicio del campeonato, y ahora mismo están por detrás de Red Bull, Lotus y Mercedes. Eso es absolutamente inadmisible. Me da igual si el problema es técnico, organizativo o incluso político. Sea lo que sea, deben tomarse decisiones con urgencia, pues el reto de 2014 es demasiado grande como para hacer un ridículo histórico. No obstante, y como de costumbre, Fernando Alonso logró llevar un coche sin ritmo hasta la 5ª posición final. Todo un premio visto lo visto. El tono de sus declaraciones al final de carrera sonaron a rendición. Y eso, en Alonso, es algo muy pero que muy extraño. Aunque yo, personalmente, lo entendería.
Me despido sin olvidarme de una buena remontada (segunda consecutiva) de Mark Webber, después de mostrar, nuevamente, un grandísimo ritmo que le hubiera hecho disputar, probablemente, la victoria. Nos leemos después del Gran Premio de Bélgica por aquí, o durante la espera (si las vacaciones lo permiten) en mi twitter (@smarcusf1).