Ya tocaba. Tras muchos años de dominio tiránico de Mercedes, por fin un mundial de Fórmula 1 llega a las últimas dos carreras con todo en el aire. Max Verstappen tiene ocho puntos de ventaja sobre Lewis Hamilton cuando aún quedan las citas de Arabia Saudí y Abu Dabi, lo que significa que ambos dependen de sí mismos.
Incluso se podría dar el caso de que hubiese empate a puntos, lo que vendría a ser un mundial ex aequo, aunque hay que recordar que en caso de empate el campeón siempre sería Verstappen. Utilizando una simple regla de tres para adaptar los sistemas de puntuaciones, vamos a repasar los otros mundiales que llegaron infartantes a las últimas carreras.
1956: Fangio le arrebata el mundial a Peter Collins
La primera vez que un campeonato llegó tan igualado a las dos últimas carreras fue en 1956, la temporada que acabaría siendo del cuarto mundial de Juan Manuel Fangio. El mito tuvo que esforzarse en esas dos últimas carreras, porque al salir de Silverstone estaba un punto por detrás de Peter Collins.
Los dos corrían para Ferrari, pero el final de temporada de Collins fue muy malo, con un abandono en Alemania y un cuarto puesto en Italia, lo que permitió que Fangio se llevase el título. De hecho, Collins ni siquiera fue subcampeón, sino que Stirling Moss, que también estaba en la pelea, se quedó ese galardón secundario.
1964: La primera resolución sucia de un mundial
A la hora de recordar mundiales que acabaron de forma sucia siempre salen los mismos nombres: Michael Schumacher, Ayrton Senna, Alain Prost... Pero pocos se acuerdan que el de 1964 fue el primer mundial manchado de la historia. A dos carreras del final Graham Hill le sacaba dos puntos a Jim Clark, su compañero en Lotus, pero ninguno de los dos fue campeón.
El título se lo llevó John Surtees, antiguo campeón de motos y piloto de Ferrari, gracias a que su compañero de equipo, Lorenzo Bandini, chocó contra Graham Hill en las primeras vueltas de la última carrera, en México. Una avería en el coche de Clark y una orden de equipo completaron el pack de uno de los mundiales más infames de la historia.
1968: El desplome de Denny Hulme
Denny Hulme es un piloto poco recordado en la historia de la Fórmula 1, pero ganó un mundial en 1967 y estuvo a punto de revalidarlo en 1968. De hecho, estaba dominando la temporada de defensa del título, pero en las últimas carreras se le fueron echando encima hasta que, a dos Grandes Premios del final, estaba empatado en la cabeza con Graham Hill.
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El cierre de año de Hulme fue desastroso. Tuvo un accidente en Watkins Glen y se le rompió la suspensión en México, por lo que dejó el camino despejado para que Hill sumase su segunda corona de campeón. Hasta Jackie Stewart llegó por detrás para quitarle el subcampeonato a un Hulme que ya no volvió a ser el mismo.
1974: La segunda coronación de Emerson Fittipaldi
1974 fue otro de esos años que tuvo una resolución de infarto. A dos carreras del final el líder del mundial era Clay Regazzoni, pero tan solo tenía un punto de ventaja sobre Jody Scheckter y tres respecto a Emerson Fittipaldi. Y, como ha pasado en muchos campeonatos ya, fue el tercero en discordia quien se llevó el título.
Fittipaldi ganó en Canadá y fue cuarto en los Estados Unidos, pero eso le bastó frente al desastre de Scheckter, que abandonaría las dos carreras, y a la mala pata de Regazzoni en Watkins Glen, donde ni siquiera fue capaz de puntuar. Era el segundo título de Fittipaldi, y por entonces pocos esperaban que fuese el último.
1980: El primer mundial de Williams en la Fórmula 1
Aunque el mundial de 1980 parece que fue un cómodo triunfo para Alan Jones, nada más lejos de la realidad. A dos carreras del final el líder del mundial era Nelson Piquet, aunque solo con un punto de ventaja sobre el australiano de Williams, que a la postre le daría el primer mundial a su escudería.
Lo que pasó fue que en Canadá y Estados Unidos Este, las dos últimas carreras, Jones sumó dos victorias, mientras que Piquet se tuvo que retirar en ambas por sendas averías. Aquel fue el primer título de la historia de Williams y también una lucha que pudo ser preciosa pero terminó bastante disipada.
1983: Otra victoria del tercero, la venganza de Nelson Piquet
Que el tercero en discordia sea el que se lleve el campeonato es una tónica habitual en la Fórmula 1, y volvió a repetirse en 1983. Alain Prost tenía dos puntos de ventaja sobre René Arnoux a dos carreras del final, pero ninguno de los dos se acabaría llevando el título. Fue Nelson Piquet, que estaba a cinco puntos, el que remontó.
Piquet ganó en Brads Hatch y acabó cuarto en Sudáfrica, pero eso le fue más que suficiente ante los dos abandonos de Arnoux y el reventón que sufrió el turbo del motor Renault de Alain Prost en la prueba africana. La venganza de Piquet tras lo que le había pasado en 1980, un título muy a su estilo, como los otros dos que ganó.
1998: Gloria para Hakkinen, otro palo para Schumacher
Hasta 1998 no volvimos a tener un mundial tan igualado como el actual. Mika Hakkinen y Michael Schumacher llegaron empatados a puntos a las dos últimas carreras del campeonato, lo que aseguraba un final de infarto. El finlandés ganó en Luxemburgo, pero con Schumacher segundo, por lo que fuimos a Suzuka con las espadas en todo lo alto.
Schumacher hizo la pole, pero toda la desgracia se cebó con él en la prueba japonesa. Primero se le caló el Ferrari en la parrilla de salida, lo que le hizo salir último, y cuando ya había remontado hasta el podio sufrió un reventón en un neumáticos que truncó la remontada. Hakkinen era campeón por primera vez.
1999: Otro final de infarto para Mika Hakkinen
Los dos títulos de Hakkinen tuvieron su aquel. Porque si el de 1998 fue una batalla por todo lo alto con Schumacher, el de 1999 fue una pelea por todo lo bajo con Eddie Irvine, que había tomado el relevo del alemán como líder de Ferrari cuando Schumacher se rompió la pierna. A dos carreras del final, Hakkinen solo le sacaba dos puntos a Irvine.
La cosa se complicó todavía más para Hakkinen cuando el norirlandés ganó en Malasia y Schumacher, que le había dejado pasar, completó el doblete. El título parecía muy cerca de Irvine, pero Hakkinen ganó la última carrera en Suzuka mientras que el de Ferrari sufrió un accidente en la clasificación y solo pudo acabar tercero.
2003: El mundial más reñido de Michael Schumacher
A la hora de pensar en los títulos de Michael Schumacher, siempre se recuerdan los de 1994 y 2000 como los más peleados, pero es un error. En ninguno 'El Kaiser' tuvo más rivales que en 2003, cuando a dos carreras del final tan solo le sacaba tres puntos a Juan Pablo Montoya, mientras que Kimi Raikkonen estaba a siete.
Schumacher ganó en Indianápolis, lo que descartó definitivamente a un errático Montoya, pero tuvo que pasar las de Caín para retener su sexto título de campeón mundial en Suzuka. Al final, Raikkonen se quedó a solo dos puntos del campeonato. Rubens Barrichello le salvó a Schumacher ganando la carrera de Suzuka.
2006: La gran batalla entre Michael Schumacher y Fernando Alonso
Probablemente 2006 sea lo más parecido que se ha visto a 2021. El gran campeón contra el joven súper talentoso que viene dispuesto a destronarle. Parecía que Fernando Alonso se iba a pasear en la temporada 2006, pero Schumacher empezó a recortarle puntos de volver dramática hasta ponerse líder, empatados a puntos, a dos carreras del final.
Todo pinta de color rojo Ferrari, ya que la superioridad mecánica de los italianos en la segunda parte de la temporada era crucial. Sin embargo, el motor de Schumacher se rompió en Suzuka y en Interlagos también hubo problemas mecánicos, lo que dejó el título en las manos de Fernando Alonso por segunda vez.
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