El abrumador y soporífero dominio de Red Bull en la Fórmula 1 está empezando a levantar muchas sospechas en el paddock. Desde que arrancó el nuevo reglamento técnico allá por 2022, el equipo de las bebidas energéticas ha pasado el rodillo por el mundial, y promete volver a hacerlo en 2024 a pesar de algunos problemas en la pretemporada.
Parece que otros equipos creen que Red Bull está haciendo trampas con su equipo filial. Y no solo se refieren a que les estén dando el coche del año pasado, sino a que podrían estar usando al renombrado Racing Bulls para eludir el límite presupuestario de la Fórmula 1. Y McLaren parece que les ha pillado el truco.
McLaren exige a la Fórmula 1 que impida que Red Bull tenga dos equipos
En 2021 la Fórmula 1 estableció un límite presupuestario de unos 160 millones de dólares que venía a reducir la ventaja de los grandes equipos respecto a la zona media. Pero, como siempre pasa en la Fórmula 1, hay grietas. Y las más evidente es que Red Bull tiene dos de los diez equipos de la parrilla.
Las sospechas de que Red Bull hacía juegos raros con sus dos equipos han existido desde el principio, pero ahora McLaren tiene pruebas. Han fichado al veterano ingeniero Rob Marshall proveniente de Red Bull, y han descubierto cosas como que solo el 10% del salario de Marshall contaba para el límite presupuestario.
Teóricamente, Marshall dedicaba el 50% de su tiempo al hypercar de Red Bull, un extraño proyecto sin ninguna finalidad aparente más allá de eludir el tope presupuestario de la Fórmula 1. El 40% era para Red Bull Powertrain, el departamento de motores aún inhábil, y el 10% restante para el equipo de Fórmula 1, lo único que contaba en el tope.
Además, McLaren ha descubierto movimientos de ingenieros entre los dos equipos de Red Bull, habitualmente mandando altos salarios al filial, ya que Racing Bulls suele tener espacio salarial hasta alcanzar el límite. Así fue el caso, por ejemplo, de Guillaume Cattelani. Y la presión en la Fórmula 1 para que Red Bull venda su equipo filial cada vez es mayor.
"No hay otro deporte en el que puedas ser dueño de dos equipos que compitan entre sí. No está permitido en ningún sitio debido al conflicto de intereses políticos y el intercambio de personal", decía Zak Brown, el CEO de McLaren. Para el californiano, "en la Fórmula 1 debería haber diez equipos de verdad, con sus propios dueños, para que la competencia sea leal".
Desde luego, la gente interesada en entrar en la Fórmula 1 no es poca y las presiones para que Red Bull venda su filial cada vez son mayores.