Los diez peores pilotos de la historia de la Fórmula 1
Asumámoslo, ser el peor es mucho más difícil que ser el mejor. Si los ganadores son amapolas que florecen entre un campo plagado de malas hierbas, la competencia entre estos últimos debe ser feroz. Además, perder es popular, y solo así se explica cómo iba aumentando la simpatía hacia Fernando Alonso conforme crecía su barba y se estancaba su palmarés.
Los peores son queridos y necesarios, y si no a ver quien se habría tragado los duelos entre Ayrton Senna y Alain Prost sin veinte comparsas alrededor tratando de molestar lo menos posible. De hecho, el que menos éxito tuvo en eso saldrá en la lista. Así que desabróchense los cinturones, quítense el casco y metan la marcha atrás, porque estos son los diez peores pilotos de la historia de la Fórmula 1.
10. Luca Badoer, ni un punto en 51 carreras
Los más puristas de esto se echarán las manos a la cabeza. Al fin y al cabo Badoer fue un piloto competente que condujo con bastante destreza los hierros que le tocó pilotar. Pero los números son los números, y hablan en contra de Luca. Y es que Badoer tiene el ignominioso récord de ser el piloto que más carrera de Fórmula 1 ha disputado, 51, sin sumar ni un mísero punto.
Es cierto, en los 90 solo puntuaban seis y en los tiempos que corren Badoer no hubiese tenido problema en sumar algún punto. Pero por si quedaba alguna duda de que Badoer tenía que estar aquí, volvió en 2009 para correr dos carreras nada más ni nada menos que con Ferrari, sustituyendo al lesionado Michael Schumacher que a su vez iba a sustituir al lesionado Felipe Massa.
El resultado fue una hecatombe. En su debut, en Valencia, Badoer clasificó último a un prudente segundo y medio del penúltimo, Jaime Alguersuari. Luego en carrera Badoer aprovechó un accidente en la salida para recuperar algo, pero rápidamente volvió a la zona trasera para terminar último, sufriendo por el camino un vergonzoso adelantamiento de Romain Grosjean en la calle de boxes.
Aún así Ferrari decidió seguir confiando en él para la carrera de Spa, un circuito algo diferente al de Valencia. En la clasificación Badoer estrelló el coche, y que vomitase en la parrilla cinco minutos antes de apagarse el semáforo no presagiaba una buena carrera. En efecto, Badoer terminó último a un minuto y 42 segundos del ganador, su compañero Kimi Raikkonen. Tras esta carrera Ferrari le bajó del coche para siempre.
9. Andrea de Cesaris, el agente del caos
Sí, Andrea de Cesaris hizo una pole. Y sí, se estrelló después. En plena época de internet muchos colocan a Pastor Maldonado como el príncipe de la destrucción por excelencia de la Fórmula 1, pero solo a uno le apodaban "Andrea de Crasharis", y no era a Maldonado. Hubo un agente del caos en la Fórmula 1 antes que el venezolano.
De Cesaris cuenta con los números más apabullantes de nuestra lista. 147 abandonos en 208 carreras de Fórmula 1, un insuperable 70% de efectividad a la hora de irse antes de tiempo de un Gran Premio. Entre sus grandes highlights uno destaca con brillo propio: el de no terminar ni una sola carrera en la temporada 1987, enlazando hasta 22 carreras seguidas sin ver la bandera a cuadros. Un genio de otro tiempo.
8. Hans Heyer, transgrediendo los límites
Claro que si hablamos de transgresores, nadie puede superar a Hans Heyer. La época de las preclasificaciones, en las que algunos pilotos ya se iban a casa el viernes, fue un buen caladero de pilotos cutres, pero Heyer superó todos los límites. Solo se personó a una carrera con su viejo Penske. Fue en Hockenheim, en 1977, y evidentemente no pasó la preclasificación.
Pero eso no iba a terminar con los sueños de Heyer, tenía un plan. Solo se había quedado fuera de la carrera por dos míseros puestos, así que cuando Clay Regazzoni y Alan Jones se estrellaron en la salida Heyer interpretó que ya podía correr. Sin autorización de nadie, el alemán saltó a pista, y cuando la FIA se percató y quiso detenerle ya era demasiado tarde: Heyer se había retirado por problemas mecánicos. Si hay mejor forma de participar que nos la digan.
7. Taki Inoue, un idilio con el Safety Car
Los pilotos japoneses suelen ser foco de emoción en las carreras. Su estilo agresivo da pie a muchos líos, pero ninguno fue capaz de extrapolarlo fuera de la pista como Taki Inoue. Y es que este piloto no está aquí por abandonar en trece de sus 18 carreras de Fórmula 1 ni por ir lento con un Footwork que tampoco daba para más.
Inoue está en la lista por ser el único piloto de la historia capaz de ser atropellado dos veces por el coche de seguridad. La primera vez fue en Mónaco, estando aún dentro del coche mientras lo remolcaban, pero la segunda, en Hungría, fue mientras Inoue corría por la hierba extintor en mano para apagar un incendio en su monoplaza. Por suerte salió ileso de ambos accidentes y ahora bromea a menudo sobre lo ocurrido en su perfil de Twitter, uno de los más activos y divertidos de la Fórmula 1.
6. Marco Apicella, el genio minimalista
Lejos del tópico y sin querer caer en el chiste fácil, la carrera deportiva de Apicella fue por un camino totalmente diferente al de sus predecesores. Sólo se presentó a un Gran Premio, el de Italia de 1993, y, a diferencia de otros, Apicella sí que logró pasar la preclasificación, incluso metiéndose por delante de otro ilustre de nuestra lista como Badoer.
En carrera Apicella soltó el embrague, apretó el acelerador y no hizo mucho más. 200 metros después, en plena recta de Monza, se chocó contra Rubens Barrichello y JJ Lehto, y nunca más volvió por la Fórmula 1. De este modo, Apicella se convirtió en el piloto con la carrera más corta de toda la historia de la Fórmula 1, apenas 200 metros de gloria.
5. Alex Yoong, el peor piloto de pago de la historia
El primer y único piloto malayo de la historia de la Fórmula 1 fue algo más que un simple piloto de pago. Llegó a la categoría con un cheque bajo el brazo que entregarle a Minardi para ser el compañero primero de Fernando Alonso y después de Mark Webber. Evidentemente ambos, estrellas en ciernes, le destrozaron.
De hecho Yoong fue incapaz de superar el 107% en varias clasificaciones, por lo que no pudo participar en las carreras. Tal fue el desastre que Minardi tuvo que bajarle del coche en Hungría y Bélgica para darle alguna clase de conducir mientras que Anthony Davidson le mantenía caliente el asiento. Yoong volvió para las tres últimas carreras, en las que al menos pudo correr, y abandonó definitivamente la Fórmula 1 cuando se le acabó el dinero.
4. Jean-Louis Schlesser, ferrarista por un día
Schlesser fue otro de esos personajes de una sola carrera en la Fórmula 1, pero seguramente fue el mejor de todos ellos. La temporada 1988 estaba siendo un paseo triunfal para McLaren hasta que Nigel Mansell, piloto de Williams se puso enfermo. Los de Grove no encontraron un sustituto mejor que Jean-Louis Schlesser, con un prestigioso palmarés de tres preclasificaciones fallidas en 1983.
A Schlesser le costó preclasificarse hasta con el Williams, pero, por desgracia para Ayrton Senna, lo hizo. El ritmo del francés era parsimonioso, a dos segundos por vuelta de su compañero Riccardo Patrese, cuando le tocó dejarse doblar por tercera vez por Senna. Schlesser lo intentó, pero fue incapaz de controlar su Williams en la chicane Ascari, mandando a Senna por los aires ante el delirio de los tifosi, que veían en la mano una victoria inesperada. Y sí, luego Schlesser ganó el Dakar.
3. Yuji Ide, la FIA le quitó la superlicencia
El más reciente de nuestra lista. Taki Inoue creía que se iba a quedar con el honor de ser el peor japonés de la historia hasta que llegó Yuji Ide. Con 29 años y un subcampeonato de la Fórmula Nippon como mejor resultado, Ide llegó a la Fórmula 1 de la mano del equipo japonés Super Aguri y con Takuma Sato como compañero. Solo duró cuatro carreras.
En los primeros Grandes Premios una bandera roja era sinónimo de trompo de Ide, al que incluso tuvieron que enseñar a poner la marcha atrás por radio durante el Gran Premio de Australia. Pero la coronación llegó en Imola. En la segunda chicane Ide se llevó por delante a Christijan Albers, haciéndole dar varias vueltas de campana. En un hecho sin precedentes, la FIA le retiró la superlicencia a Ide y ya nunca volvió a la Fórmula 1.
2. Gary Brabham, el piloto más lento de la historia
Normalmente, aunque sea por lo que han podido practicar en su niñez, los hijos de leyendas suelen ser pilotos bastante presentables. No fue el caso del vástago de Jack Brabham. El hijo del tricampeón australiano trató de preclasificarse en dos ocasiones para una carrera de Fórmula 1, en ambas sin éxito.
Sin embargo fue en el primer intento, en el circuito urbano de Phoenix, donde Brabham rozó la gloria con la yema de los dedos. Marcó la vuelta de clasificación más lenta de la historia, a casi 40 segundos del tiempo que le valió la pole a Gerhard Berger. En total, fueron unos míseros 34,1 segundos los que le separaron de clasificarse, y apenas 38,5 los que le faltaron para salir desde la pole. Minucias.
1. Victor Al Pease, correr en Fórmula 1 a 70 km/h
Pero Brabham eligió una mala época para decidir correr una carrera de Fórmula 1 a una media de 100 km/h. En los 90 la FIA ya había decidido que eso era peligroso, poniendo normas como el 107% o las preclasificaciones para evitarlo. Quien sí supo encontrar su momento fue el canadiense Victor Al Pease. Y ese momento era la década de los 60.
Al Pease trató de clasificarse para cinco carreras, pero solo lo consiguió en dos. Su fascinante debut fue en el Gran Premio de país, en Canadá, en el complicado circuito de Mosport. La lluvia pilló a traición a Al Pease, que no pudo desplegar todo su talento y terminó la carrera con una velocidad media de 69,4 km/h y doblado 43 veces por el ganador, Jack Brabham, lo que supone el récord absoluto de la categoría.
Ser doblado 43 veces en una carrera serían méritos suficientes para estar en esta lista, pero Al Pease quería ser el primero. En la segunda, y última, carrera en la que pudo tomar parte brillaba el sol. Era Mosport de nuevo, pero el clima esta vez no le iba a jugar una mala pasada. La carrera empezó y pronto comenzaron a doblar a Al Pease, que tenía una cuenta pendiente con la historia.
Cuando las vueltas perdidas ya eran demasiadas bajo el criterio de Al Pease, el canadiense comenzó a defenderse de los líderes. Había quien directamente no era capaz de esquivarlo por lo lento que iba. Cuando Jackie Stewart estuvo a punto de quedar fuera de carrera la organización tomó una decisión histórica: sacó la bandera negra a Victor Al Pease por ir demasiado lento, siendo el único piloto de la historia en ser descalificado de una carrera de Fórmula 1 por este motivo.
Bonus track. Markus Winkelhock, el antihéroe de los récords
Pero como éxito y fracaso son las dos caras de la misma moneda aquí está Markus Winkelhock para demostrarlo. Este piloto alemán tenía todas las papeletas para entrar en esta lista cuando el equipo Spyker decidió subirlo al coche de un día para otro, sin apenas experiencia, en Nürburgring 2007, en sustitución de un Albers al que había despedido por arrancar de cuajo una manguera en boxes.
Winkelhock fue foco de las críticas de los reputadísimos pilotos estrella de la época, como Felipe Massa o Mark Webber, después de que pasease un parsimonioso paso de tortuga en los entrenamientos libres, a casi dos segundos de su compañero Adrian Sutil, quien a su vez estaba a casi dos segundos del resto.
Por supuesto Winkelhock clasificó último, pero los astros se iban a alinear el domingo. Sin nada que perder, el equipo Spyker decidió ponerle al debutante los neumáticos de lluvia extrema para la salida, cuando la pista estaba completamente seca. Fue apagarse los semáforos y milagro. Comenzó a diluviar en Nürburgring.
Mientras las reputadas estrellas de la categoría luchaban para mantener sus coches en pista, Winkelhock se ponía líder y se marchaba en solitario. Solo una bandera roja pudo frenar la galopada del debutante, pero no pasaba nada. En cuanto se relanzó la carrera todos pasaron a Winkelhock, pero el alemán abandonó en la vuelta doce habiendo liderado las seis primeras. Como nunca volvió a correr en Fórmula 1 se mantiene como el piloto con mejor porcentaje de vueltas lideradas de la historia, un 50%. Y es que hasta las peores hierbas un día florecen.
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