Menudo Gran Premio de Europa de Fórmula 1 que hemos vivido hoy. Ha tenido todos los elementos de emoción que se pueden esperar de una buena carrera: lluvia, accidentes, salidas de pista, roturas mecánicas, pelea en boxes, lucha en pista y un gran adelantamiento final de Alonso sobre Massa, con pista mojada, a cinco vueltas del final, que le ha dado una histórica victoria para su palmarés y le ha permitido situarse a sólo dos puntos de Hamilton en la general.
La carrera se preveía sobre seco y ahí seguramente los Ferrari hubieran sido difíciles de batir, pero apenas una vuelta después de darse la salida cayó un chaparrón increíble, que dejó fuera en la primera curva a varios coches, incluido Hamilton. Ahí parecía que se acababa la carrera del británico, que había hecho una gran salida, pero en ese caso la fortuna le ayudó. Los comisarios le devolvieron a pista usando la grúa, algo que nunca se había visto antes, pero teóricamente, si tu motor no se para, y los comisarios te ayudan, puedes volver sin penalización. La suerte que no tuvo Hamilton el sábado, la tuvo hoy, al menos en ese momento. Pero de poco le sirvió, perdió una vuelta, y ya le fue imposible recuperar esa desventaja, a pesar de que la carrera se paró en ese momento por bandera roja debido al peligro de las condiciones meteorológicas. Sin embargo, aún fue capaz de dejarnos un valeroso adelantamiento sobre Fisichella.
Una vez reiniciada la carrera, el circuito se secó en apenas cinco vueltas. Todos volvieron a neumáticos de seco, con Massa líder, mostrando el mejor ritmo, Alonso segundo perdiendo unas pocas décimas vuelta tras vuelta y Raikkonen tercero acósandole. La mala suerte habitual de Kimi le hizo volver a romper, con un aparente problema de caja de cambios. Esté en el equipo que esté, rompe una y otra vez, ya sea en McLaren o en Ferrari. Lo peor del tema es que es casi imposible que te pase eso, ni haciéndolo a propósito, así que habrá que dejarlo todo en la mala suerte… Para quien crea en los gafes, otra vez Michael Schumacher estaba en el muro de boxes.
La carrera ya era en ese momento cosa de dos, Massa y Alonso, que entraron a hacer el último repostaje casi al mismo tiempo. Massa salió con una cómoda ventaja, que iba reduciéndose poco a poco gracias que Alonso tenía mejor ritmo, hasta que a apenas diez vueltas del final volvió la lluvia. Todos tuvieron que volver a poner neumáticos de mojado, y ahí se decantó la carrera hacia Alonso. Nada más salir de boxes se notó que tenía una gran seguridad en sí mismo sobre el agua, mientras Massa parecía caminar sobre alfileres. Ahí Alonso empleó la misma táctica que en Hungría 2006: curvas de radio ampio, haciendo que Massa no supiera por donde le venían los palos, y adelantamiento final sobre él en el mismo lugar donde hace muchos años lo hizo Schumacher sobre Hill, y en las mismas condiciones de lluvia. El maestro alemán estaba allí para ver como Massa sucumbía, a pesar de que éste realizaba una defensa al borde del reglamento, que Alonso le recriminaría tras cruzar la meta.
Así se llegó a la reyerta final en el podium. No sé si Alonso debería haberse callado en ese momento, sabiendo que Felipe estaba caliente por la reciente derrota, o si el brasileño se pasó un poco de vueltas… Para mí lo más importante del asunto es que las cámaras y los micrófonos estaban allí, y así debería ser siempre, porque si los pilotos tienen algo que decirse, nosotros queremos escucharlo.
De este gran premio sale Raikkonen quemado, Hamilton preocupado, Massa derrotado y Alonso reenganchado a la lucha por el mundial, y con una de las mejores carreras que ha hecho nunca. Lo suficiente para que todos vuelvan a preguntarse si otro año no volverá a pasar lo mismo y Fernando volverá a derrotarles.
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