Hoy ha sido la presentación oficial del Ford S-Max en el salón de Ginebra, del que ya conocemos todos los datos posibles. Su salida al mercado está prevista para junio de este mismo año y la versión LX costará desde 24.500 euros y la versión 2.5 Titanium rondará los 32.000 euros, siendo esta la más cara. Entre ambas, estará la versión Zetec, con un equipamiento a medio camino entre una y otra.
Contará con cuatro motores disponibles, siendo el más potente de la gama el 2.5 Turbo de 220 CV y 320 Nm (compartido con el Focus ST). Otro motor gasolina, esta vez un 2.0 16v de 145 CV y 190 Nm, cierra las versiones gasolina. En motores diésel, también habrá dos opciones a elegir, un 1.8 TDCi de 125 CV y 285 Nm y un 2.0 TDCi de 140 CV y 320 Nm. Los dos motores más potentes irán unidos a una caja de cambios Durashift manual de 6 velocidades, mientras que el 2.0 de gasolina estará disponible únicamente con la Durashift de 5 velocidades. Para el 1.8 TDCi se podrá elegir entre ambas transmisiones.
El equipamiento de serie viene bastanta cargado. Llantas de 16’’, frenos de disco en las cuatro ruedas, ABS y EBD (ayuda en el reparto de frenada), airbags de cortina para los asientos delanteros y traseros, FFS en los dos filas posteriores de asientos y demás elementos más comunes como el ordenador de a bordo, radio CD con mandos en el volante, aire acondicionado, o retrovisores eléctricos entre otros.
La versión Zetec incluye climatizador bizona, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, asientos delanteros en acabado deportivo ajustables electrónicamente y volante y pomo del cambio en cuero. La versión Titanium (la más alta de la gama) equipará llantas de 17’’, radio CD con cargador de 6 CD’s, sensor de lluvia y autoencedido de los faros, sensores de aparcamiento y control de velocidad de crucero.
Vía | Media.Ford.com
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