Probamos el Fiat Panda Hybrid: el coche con etiqueta ECO más barato no puede ser más básico, pero cumple con lo que promete
Todavía existen coches baratos y el Fiat Panda es uno de ellos. Aunque no es tan económico como hace años, el Fiat Panda sigue a la venta y es el coche con etiqueta ECO más barato del mercado. Más de 10 años después de su lanzamiento, ha vuelto a ponerse al día para afrontar la etapa final de su vida comercial.
La versión de acceso al urbano italiano utiliza un motor tricilíndrico de gasolina con tecnología Mild Hybrid que desarrolla 70 CV y gasta realmente poco. Su precio de partida, con los descuentos de Fiat, es de menos de 13.000 euros.
Desde 1980 se han vendido más de ocho millones de unidades del Fiat Panda
El Fiat Panda es uno de los coches más sencillos de la historia, pero también uno de los más populares, al menos en Europa. Su primera generación llegó en 1980 y Fiat estrenó su tercera entrega en 2011. Doce años después, este modelo sigue a la venta, por lo que se ha convertido en uno de los más longevos del mercado.
Tanto es así que se ha convertido en una especie de cápsula del tiempo porque es el último reducto de los coches de otra época, aquellos en los que piensa la gente que habla de “coches sin moderneces”.
Y es que apenas ha cambiado desde que se presentó en 2011, a pesar de que el sector del automóvil ha evolucionado mucho desde entonces. Simplemente ha recibido pequeños retoques para poner al día su diseño exterior, su interior y su equipamiento.
Eso sí, en 2020 se subió al carro de la electrificación combinando su motor de Fire tricilíndrico 1.0 de gasolina con un pequeño sistema de hibridación ligera con red eléctrica de 12 V. De esa forma, pasó a ofrecer 70 CV y un par máximo de 92 Nm. Y lo más importante: adoptó la etiqueta ECO de la DGT.
En buena medida, gracias a esto último se mantiene al día y sigue teniendo cierto éxito. En 2022 se matricularon 4.572 Fiat Panda en España, casi el doble de unidades que un peso pesado como el Ford Fiesta y bastantes más que sus rivales directos, el Hyundai i20 y el Kia Picanto.
Este año acumula 2.787 unidades hasta el mes de septiembre. Son muchas menos de las que lleva el Fiat 500 (12.559 unidades hasta septiembre), que también pertenece al segmento A, pero siguen siendo cifras de peso si echamos un vistazo a los números de esta categoría y, sobre todo, a las ventas de sus rivales.
Por eso Fiat lo mantiene en el catálogo. Además, tiene un enfoque distinto al del Fiat 500 Hybrid con el que comparte mecánica. El Panda está orientado a un público que busca un coche barato y honesto, es decir, un coche que cueste poco dinero, pero que cumpla perfectamente para ir del punto A al punto B, a ser posible de forma económica.
Igual que existen los amantes de las pantallas y están encantados con los coches repletos de ellas, hay conductores que huyen de estas cosas y de los mandos táctiles. Lo que buscan son modelos “como los de antes”, sin moderneces y prácticos.
Dacia ha conseguido comerse el mercado vendiendo este tipo de coches durante muchos años, pero ahora ha subido de nivel, de manera que el Panda es una de las últimas opciones realmente básicas que existen.
Es el coche más básico que puedes comprar
Tanto es así que la versión de acceso, la que comúnmente denominamos “pelada”, ni siquiera lleva aire acondicionado de serie. Tampoco tiene pantallas táctiles, ni mandos en el volante, ni selector de modos de conducción, ni freno de mano eléctrico, ni siquiera elevalunas eléctricos para las ventanillas de las puertas traseras. Otra de las cosas que brillan por su ausencia son los asistentes a la conducción.
Así es la unidad que probé en la toma de contacto del Fiat Panda Hybrid 2024. Acostumbrado a encontrar todos esos elementos en casi todos los coches nuevos, icluso en los más baratos del segmento B, como el Dacia Sandero, me llamó mucho la atención que un coche nuevo pueda estar equipado de esta forma a finales de 2023 (o más bien no equipado).
Hacía mucho tiempo que no veía una manivela para subir y bajar las ventanillas de las puertas traseras, pero también unas llantas de chapa decoradas con un tapacubos de plástico y calzadas en neumáticos con medida 175/65 R14. He buscado cuánto cuestan y los hay de primeras marcas por menos de 60 euros cada unidad.
Esa es la razón de ser de este coche: la sencillez llevada a su máxima expresión y mezclada con una economía de uso realmente baja. No solo por el precio que tiene el coche, del que hablaré más tarde, sino por lo que cuesta utilizarlo. Tanto el cambio de ruedas como el resto del mantenimiento es muy económico y además gasta como un mechero.
En la toma de contacto, el consumo medio que marcaba después de circular al ritmo del tráfico en un recorrido que mezclaba algo de ciudad, un poco de autovía y carretera interurbana fue de apenas 4,5 l/100 km.
Que el Panda pese apenas 1.050 kg tiene mucho que ver, pero lo cierto es que es complicado que el motor 1.0 atmosférico de 70 CV gaste más. Como estamos ante un peso pluma, es suficiente potencia para moverse de forma ágil en ciudad, aguantar el tipo en carreteras secundarias e interurbanas y simplemente sobrevivir en autovía.
Las prestaciones del Panda son muy discretas (0 a 100 km/h en 13,9 segundos y una velocidad máxima de 164 km/h), tanto que fuera de la ciudad hay que jugar constantemente con el cambio de marchas.
Tiene seis marchas y la sexta desahoga bastante en carretera porque a 120 km/h de crucero permite mantener un régimen de unas 3.000 rpm, pero cada vez que viene un repecho o hay que recuperar velocidad es necesario bajar dos marchas.
De la misma forma, al incorporarse a la autovía hay que apurar la segunda y la tercera, como en los motores de la vieja escuela, porque no hay turbo y el tricilíndrico requiere cierta alegría para rendir al máximo.
La parte eléctrica no se nota en ningún momento, ni al acelerar ni al decelerar, aunque el menú de flujo de energía de la pantalla central muestra cómo el motor eléctrico asiste al de gasolina y recupera energía al decelerar y frenar.
En cualquier caso, hay que tener claro que es un coche urbano y es en este entorno donde se encuentra más cómodo. Al ser tan pequeño (3,65 metros de largo) se mueve como pez en el agua hasta en las calles más estrechas y es facilísimo aparcar en cualquier hueco, sobre todo si se pulsa el botón City del salpicadero para incrementar el nivel de asistencia de la dirección (puede moverse con el dedo meñique sin ningún esfuerzo).
Es un coche tremendamente sencillo de conducir y la posición al volante ayuda. Permite ir sentado relativamente alto y con una postura muy similar a la de las furgonetas, sin tener que estirar apenas las piernas, con el volante bastante inclinado hacia delante y con una excelente visibilidad en todas las direcciones.
Es práctico y más amplio de lo que parece
No es lo ideal para hacer kilómetros en carretera, pero sí para ciudad. Como es algo más alto de lo habitual en un coche del segmento A, también es fácil entrar y salir del habitáculo, algo que agradecerán especialmente las personas de cierta edad.
Muchos de ellos, y todos aquellos que huyan de las complicaciones, también valorarán positivamente la sencillez del Panda. Además, que sea básico no significa que no sea funcional. La ergonomía es buena, la palanca de cambios queda cerca del volante, es cómoda de utilizar y, como está en el salpicadero, despeja mucho el espacio en la consola central.
Si hablamos de espacio, es correcto, tanto delante como detrás. Aunque el asiento del conductor no se puede ajustar en altura, es suficiente para personas que miden hasta 1,90 metros de alto. En la parte trasera puede haber dos o tres plazas.
De serie viene con dos plazas e incluir otra más en el centro es opcional (cuesta 250 euros). Esta tercera plaza opcional puede servir para salir de algún apuro, pero el coche está hecho para llevar como mucho a cuatro personas.
El maletero, con 225 litros de capacidad (ampliables a 800 abatiendo los asientos traseros) también es correcto. Como su diseño es muy limpio y el portón es muy amplio, es bastante aprovechable.
También hay muchos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo, tanto en las puertas delanteras como en el salpicadero, donde la guantera con tapa se complementa con otra guantera sin tapa.
Con el acabado Cross, el equipamiento de serie mejora y, entre otras cosas, el Panda pasa a tener aire acondiconado, mandos en el volante, llantas de 15” o un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil, Android Auto y Apple CarPlay.
El incoveniente de este acabado es que incrementa mucho el precio del Panda y eso choca directamente con la razón de ser del italiano. Y es que el Panda básico es el coche más barato del mercado.
Su precio recomendado es de 14.550 euros, pero Fiat hace un descuento de casi 1.600 euros a todo el mundo, tanto online como “al pasar por la puerta del concesionario”, según nos dijeron los responsables de la marca.
El Pack City opcional (750 euros) añade retrovisores eléctricos y desempañables, llantas de chapa de 15” con tapacubos, radio DAB con Bluetooth y USB, sensores de aparcamiento traseros, volante de piel sintética con mandos y asiento del conductor regulable en altura.
Sin ese pack y con el descuento de la marca, el Fiat Panda más sencillo pasa a costar 12.977 euros, suficiente para situarse un peldaño más abajo que el Dacia Sandero Essential TCe de 90 CV, que está disponible desde 13.190 euros. El rumano es más potente y más grande, pero no tiene la etiqueta ECO; su versión ECO-G a gas (GLP) sí cuenta con ella, pero parte desde los 13.790 euros y no tiene micro hibridación.
Volviendo al Fiat, que su versión básica cueste menos de 13.000 euros hubiera sido inconcebible hace cuatro o cinco años, incluso llegó a venderse por 5.999 euros hace 10 años.
Pero el mercado ha cambiado mucho desde entonces, especialmente en los últimos tres años, y esta se ha convertido en la opción más barata de acceder a un coche nuevo. Por supuesto, también es el coche con etiqueta ECO más barato del mercado.
Si nos fijamos en sus rivales, el Fiat 500 Hybrid con el mismo motor tiene un precio recomendado de 16.750 euros (14.814 euros con descuento). El Hyundai i10 de cuatro plazas arranca en 15.300 euros y el Kia Picanto desde 14.200 euros, ambos sin etiqueta ECO.
Si nos vamos al Fiat Panda Cross, el precio recomendado sube a 17.550 euros y se queda en 15.977 euros. Sigue siendo buena opción para quien busque un coche práctico, sencillo y económico en el día a día, pero, a pesar de que está bien equipado y estéticamente “es más pintón” que el básico, no tiene un precio muy competitivo.
Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
