El Pikes Peak no es una carrera cualquiera: es una superviviente de otra época, y por suerte, una de las citas mundiales más populares, emocionantes y peligrosas del mundo de la competición de motor. Decir Pikes Peak es sinónimo de coches monstruosos conducidos por pilotos inmunes a la duda, al miedo y al riesgo. Decir Pikes Peak es recordar nombres ilustres como Ari Vatanen, Sébastien Loeb (destrozó el crono) o Monster Tajima, el excéntrico japonés que siempre es el centro de atención en el evento gracias a sus monstruosas preparaciones.
El Pikes Peak es la 'Carrera hacia las nubes', una prueba en solitario y cronometrada que trata de recorrer los casi 20 km del recorrido (19.99 km) en el menor tiempo posible. Son 156 curvas increíbles que nos permiten subir los 1.400 metros de desnivel, montaña arriba. El próximo evento, en 2016, será el centésimo aniversario de la prueba. No son 100 las ediciones del Pikes Peak, porque hubo un parón por la primera Guerra Mundial, pero es todo un récord para una prueba que es emblemática del mundo del motor, a pesar de que siempre hemos de recordar que parecía ser mejor cuando el recorrido era totalmente de tierra...
El recorrido del Pikes Peak
Este recorrido ha sufrido cambios con el tiempo, como sabemos todos, ya que actualmente está asfaltado en su totalidad a raíz de las protestas de grupos ecologistas que, alarmados por la creciente afluencia de participantes y espectadores, pidieron ese asfaltado como manera de conservar la forma de la montaña. Sea como sea, el recorrido afronta su centenario como ejemplo de una prueba local que se convirtió en fenómeno mundial sin rival. Por si tenéis curiosidad, aquí tenéis un PDF que da cuenta de todos los vencedores en la historia del Pikes Peak hasta 2014, en todas las clases posibles, desde motos, pasando por eléctricos (os sorprenderá saber desde cuándo corren eléctricos en el Pikes Peak), hasta la clase Unlimited.
Lo que empezó siendo una polvorienta y tortuosa carretera para facilitar las excavaciones durante la fiebre del oro pasó a ser una pista de carreras, escenario de gestas, de emociones, de drama (porque no hay que olvidar nunca la peligrosidad del tramo, y los que se quedaron en el camino tratando de coronar la cima del Pikes Peak).
Como nos cuentan en su página web (PPIHC, para más señas), las características de la pista hacen que el simple hecho de cornar la cima ya sea motivo de alegría:
A medida que los pilotos ascienden hacia la cumbre, el aire menos denso ralentiza los reflejos y sorbe la fuerza de los músculos. el aire más fino también roba el 30% de la potencia de los motores en la cumbre. Competidores y vehículos deben estar en plena forma para el simple hecho de terminar.
El Lexus RC F en el Pikes Peak 2015
Lexus competió en 2015 con el RC F GT Concept, totalmente basado en el coupé deportivo RC F. La idea inicial no era competir por obtener un récord, sino comprobar sobre el terreno las habilidades de un coche que es "como" el de serie, con pocos aditamentos y con una transmisión y motor "de serie".
Con Justin Bell (ganador del las 24 Horas de Le Mans en 1992 en la categoría GT2) a los mandos consiguió la tercera plaza del podium en su categoría, la Time Attack 1, algo que sin duda mejora las participaciones anteriores de la marca con sus "concept" (la mejor clasificación de la marca, para ser exactos).
