En Espacio Toyota ya hemos hablado de que conducir un coche híbrido no es muy diferente de hacerlo con un coche de combustión (menos aún si tiene marchas automáticas). Pero sí que presenta algunas peculiaridades que, lejos de resultar inconvenientes, hacen que debamos tener ciertas consideraciones para sacar el máximo provecho del motor híbrido. Nos fijamos en las indicaciones de Toyota sobre cómo conducir un vehículo de estas características para ofreceros los hábitos más recomendables al volante del nuestro.
Arranca suavemente
¿Te acuerdas de tus primeras semanas con tu primer coche? En tu cabeza resonaba la amenaza de revolucionar demasiado tu coche y arrancabas con la suavidad de un amante cariñoso. Así es como debes arrancar siempre con tu coche híbrido, no sólo las primeras semanas, para comenzar a circular en modo eléctrico (zona ECO 1). En estos primeros metros, trata de acelerar siempre dentro de la zona ECO. Es lo más eficiente y es más que suficiente para empezar a rodar.
En ciudad, mantente en la zona ECO
Lo más apropiado para la ciudad es circular en la zona ECO 1, tirando exclusivamente del motor eléctrico. Será más que suficiente para la mayoría de las ocasiones. Si necesitamos más potencia, podemos acelerar hasta la zona ECO 2, momento en el que el motor eléctrico dará paso al de combustión. Si una vez que lleguemos a la velocidad deseada la mantenemos constante, se conectará el llamado “modo vela”, en el que el motor eléctrico se bastará para circular.
Acelera con determinación
Si tienes que subir una cuesta o necesitas tomar una velocidad considerable (como al incorporarte a una vía), no temas acelerar en la zona POWER si ves que en la ECO vas a tardar demasiado. Así, el motor eléctrico y el de gasolina se unirán para que alcances la velocidad deseada cuanto antes. En este sentido, es más eficiente acelerar menos tiempo en la zona POWER que hacerlo en ECO por demasiado tiempo.
Desciende con el freno motor
Ya hemos hablado en Espacio Toyota sobre el peligro de circular en punto muerto y las ventajas de utilizar el freno motor. Por eso es más que recomendable que, si bajamos una cuesta con nuestro híbrido, pongamos nuestra palanca en el punto B para conectar el freno motor. De esta manera el coche no se nos disparará, como ocurre cuando bajamos en punto muerto con un coche de combustión. Además, evitaremos castigar en exceso los frenos.
En autopista, por encima de los 100
En carretera, y siempre que el límite de velocidad nos lo permita, es aconsejable que circulemos por encima de los 100 km/h. A esas velocidades estaremos usando el motor de combustión (zonas ECO 2 y POWER), que es más eficiente por encima de los 100 que si lo mantenemos a raya a baja velocidad. Y confía en tu híbrido: él ajustará la combinación de motor eléctrico y gasolina más eficiente para cada situación.
No apures en las frenadas
Deja lo de apurar la frenada para los juegos de Fórmula 1. Con tu híbrido lo mejor es anticiparte y frenar suavemente para activar el freno regenerativo. De esta forma, el sistema se encargará de recargar la batería y apenas usará las pastillas de freno. Para ello, cuando entres en la zona CHARGE, procura no llegar al tope para no activar los frenos convencionales. A menos que, obviamente, necesitemos una frenada fuerte por motivos de seguridad.
Al detener el coche, prolonga la frenada
De igual manera, cuando vayamos a parar, dosifica la frenada para que el motor eléctrico funcione como generador de energía. Cuanto más prolonguemos la frenada, más energía se regenerará. ¡Pero siempre con seguridad!
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