Los aficionados al motor no siempre somos los mejores compradores, de hecho, quizá no sea nuestro punto fuerte. Nos dejamos llevar en exceso por nuestra pasión por esta máquina, su diseño, sus prestaciones y por la marca. Esto nos lleva a que, en ocasiones, nos veamos con un vehículo que no podemos mantener o que nos sale especialmente caro anualmente por todos los gastos asociados a él. Por ejemplo, si tuviéramos que decidirnos por el Toyota Corolla como nueva compra, seguramente nos decantaríamos por el modelo con motor híbrido de 180 CV y no tanto por el más asequible de 122 CV.
Es cierto que tener reservas de potencia es una red de seguridad en determinados momentos, como un adelantamiento, además de acompañarse de otros elementos más evolucionados como suspensiones y frenos. Pero no todo el mundo necesita o quiere algo así, hay quien busca una forma de transporte asequible y cómodo para sus desplazamientos o, por el contrario, quien necesita un vehículo pequeño, ágil y fácil de aparcar. Sólo hay que echar un ojo al mercado para darse cuenta de ello, hay un coche para cada necesidad y para cada comprador. También hay usuarios que no quieren gastar demasiado dinero en su próxima compra porque, para ellos, un coche no es más que una herramienta útil y práctica, pero quizá prescindible.
Son muchos los que piensan así, aunque a nosotros como amantes del coche nos cueste entenderlo. Es comprensible que haya a quienes también les cueste, muy probablemente, entender nuestra forma de ver este mundo. Sin embargo, somos minoría y, por lo general, el comprador medio suele elegir entre los modelos más baratos del mercado. Obviamente, que sea el más barato no quiere decir que tenga peores prestaciones sino, simplemente, puede que ofrezca una serie de elementos que no sean tan costosos, permitiendo ponerse a la venta por cuantías algo más contenidas.
Si tienes poco más de 10.000 euros, tienes un Toyota AYGO
Los fabricantes viven de vender coches y si tuvieran que hacernos caso, los coches prácticos y baratos lucirían por su ausencia. No obstante, hay que dejar un poco de lado nuestro gusto por estas máquinas y pensar un poco más allá, hacia el uso que vamos a dar al vehículo, en nuestra capacidad económica y en nuestras necesidades reales. Quizá podamos llegar a la conclusión de que con modelos como el Toyota AYGO podríamos llegar a cubrir todas esas necesidades perfectamente. Además, nosotros hemos podido ponerle en situaciones comprometidas y damos fe de que sale muy bien parado.
Cuando Toyota comenzó a desarrollar el AYGO, se buscaba un modelo sencillo de conducir, práctico y fácil de mantener. Un coche ideal para circular por ciudad, pero no por ello falto de carácter o de personalidad. Para gustos los colores, pero bien es verdad que su diseño llama la atención y, las versiones más equipadas con el techo de lona eléctrico, son un auténtico capricho que convierte el placer de conducir durante las tardes de verano en toda una experiencia.
El Toyota AYGO es un coche que, por un precio de 10.690 euros, cumple con los requisitos de muchos conductores. No es un vehículo orientado a la conducción deportiva, pues con sus 72 CV ni lo busca ni lo necesita, pero te puede llegar a sorprender lo divertido que puede ser conducirlo a diario. Además, cuenta con un motor que requiere poco combustible para circular, como ya comprobamos en una de las pruebas, donde el consumo medio ‘de ordenador’ logrado fue de 3,8 litros.
Por otro lado, las posibilidades de personalización del AYGO son bastante elevadas, dando opción a configurar una unidad que sea única en el mundo. También es un coche que permite hacer viajes largos. Nosotros nos fuimos con una unidad de la generación ‘pre restyling’ a Segovia, de allí a Valladolid y de aquí a Ávila, para terminar finalmente en la sierra de Madrid de donde partimos. Todo en el mismo día, con un solo depósito y sin que nos preocupásemos en exceso. De hecho, puede que en próximas ocasiones repitamos esta misma aventura.
Si necesitas algo más, por 11.000 euros tienes un Toyota Yaris
Es cierto que el Toyota AYGO es un coche llamativo y asequible, pero también es un automóvil pequeño que podría quedarse corto para según qué clientes. Si ese es tu caso, pero además cuentas con un techo económico, debemos decirte que en Toyota también hay existen soluciones como el Yaris por 11.000 euros. Concretamente, el Yaris Business con carrocería de tres puertas y motor de gasolina de 72 CV se convierte en una opción muy interesante. Incluso, podríamos doblar la apuesta y acceder a un Yaris Hybrid en acabado Active por tan solo 11.800 euros.
Estos son algunos ejemplos de a dónde se puede llegar sin tener que desembolsar grandes cantidades de dinero, pues como hemos dicho, no todo el mundo busca las mismas soluciones de movilidad y, por supuesto, no todos estamos dispuestos a gastar en exceso por tener el coche de nuestros sueños. Es incluso posible que no exista tal vehículo. Nosotros hemos probado el Yaris híbrido y podemos afirmar que cubre un enorme abanico de usuarios, gracias a unos consumos reducidos y a unas prestaciones suficientes para cualquier trayecto con sus 100 CV. Nos falta ponerlo a prueba en alguna escapada como la realizada con el Toyota AYGO, para así comprobar al máximo las capacidades del modelo, aunque hemos podido ponernos a los mandos de la nueva versión GR Sport y el motor no tendrá problemas para cubrir grandes distancias.
El Yaris ofrece menos posibilidades de personalización que el AYGO, pero a cambio cuenta con un habitáculo más amplio, más equipamiento y una calidad de realización más elevada. El comportamiento en carretera también mejora al AYGO, al igual que el tacto de conducción y la sensación de seguridad a los mandos. No se tiene la agilidad del más pequeño de la casa Toyota en ciudad, pero el compromiso entre tamaño y agilidad en el centro de la jungla urbana te hará olvidarlo.
Imágenes | Toyota