Se acerca el día y nos toca pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) a nuestro coche, moto, furgoneta o camión. Mientras que algunos van resignados y obligados, otros van convencidos de su importancia que supone garantizar la seguridad del medio con el que nos movemos.
La inspección de un vehículo contempla el control una serie de puntos, que van desde aspectos relacionados con la seguridad activa o pasiva, hasta temas legales o de identificación del vehículo, pasando por el sistema de dirección, ejes, etc. En este artículo nos centraremos en los neumáticos. Las ITV cumplen un importante papel en la seguridad vial, ya que deben garantizar que el vehículo está en perfectas condiciones para funcionar de forma segura, algo que no solo afecta al propio conductor, también influye en la seguridad del resto de usuarios de la vía.
Se trata de una revisión obligatoria que se realiza por entidades autorizadas en función de una serie de plazos establecidos y cuyo funcionamiento está regulado por el Real Decreto 2042/1994. Ya hemos comentado en esta página la importancia de los neumáticos en la seguridad, por eso es importante conocer cómo se controla el estado de los mismos en una estación de ITV.
Los neumáticos no tienen defectos leves
Cuando nos entregan el informe final de la ITV, en la mayoría de los casos en que la inspección resulta favorable, el inspector nos indica la existencia de algún pequeño defecto que debe ser subsanado (una luz de una matrícula, una escobilla, etc…) se trata de defectos leves, los cuales deben ser reparados, pero no es necesario que el conductor tenga que volver a la estación para demostrarlo.
Pero cuando hablamos de neumáticos, los defectos leves no existen. La importancia de las ruedas en la seguridad es tan importante que el beneficio de la duda no tiene justificación. Cuando hablamos del neumático ,hablamos de defectos graves o muy graves.
Los neumáticos suponen el nexo de unión entre el vehículo y el asfalto, el rendimiento óptimo de todos los sistemas de seguridad del vehículo como frenos, suspensión o dirección va a depender de unas ruedas en buen estado, luego no cabe duda de que los neumáticos han de estar siempre en las mejores condiciones para circular.
Los defectos graves
El defecto grave da lugar a una inspección desfavorable. En este caso, el conductor está autorizado a reparar el defecto y debe volver a la estación de ITV donde pasó inicialmente la inspección para comprobar que los defectos han sido solucionados.
Los defectos graves más frecuentes con respecto a los neumáticos son los siguientes:
Neumático mal montado. Todos las partes de un vehículo deben ser manipuladas por profesionales, esto en el caso de los neumáticos cobra especial importancia, un mal montaje puede dar lugar a un accidente. De nada servirá llevar el mejor neumático si este no se ha montado con todas las garantías.
Neumáticos sin homologar. Algunos conductores deciden utilizar neumáticos de diferente medida, esto como os podéis imaginar no se puede hacer “a la ligera”, se trata de un procedimiento complejo que está tipificado en el Manual de Reformas de Vehículos, aprobado por Real Decreto 866/2010, y que ha de ser seguido si alguien decide homologar un neumático para su vehículo. Todo neumático ha de ser homologado a no ser que sea equivalente a los indicados en la ficha técnica cumpliendo estos requisitos:
- El aumento o disminución del diámetro exterior respecto al de serie no debe ser mayor del 3%.
- El Índice de carga del neumático igual o superior al de serie.
- El código de velocidad del neumático igual o superior al de serie.
- El perfil de llanta de montaje debe corresponder al neumático montado.
En caso contrario, es decir que el neumático no sea equivalente, para homologarlo se debe seguir el proceso indicado en la normativa.
Cualquier característica del neumático que no coincida con las homologaciones del vehículo, ni sus equivalencias son defectos graves.
Neumáticos diferentes montados en el mismo eje. Es muy importante conocer toda la “literatura” del flanco del neumático. Los neumáticos del mismo eje han de ser del mismo tipo y han de tener la misma contraseña de homologación.
Se trata de un código que comienza con la letra E (código de homologación europea) seguido de una serie de número de homologación del neumático.
Grosor insuficiente del dibujo del neumático. Para ello la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura debe sobrepasar el mínimo legal que es de 1,6 mm, o 4 mm. cuando hablamos de neumáticos de invierno.
Desgaste excesivo por un lado del dibujo. Si un neumático no gira paralelamente al sentido de la marcha sino en ángulo inclinado, se va desgastando de forma irregular y con el paso del tiempo el desgaste llega a dejar completamente lisa una parte del neumático.
Igualmente, el rodar con el neumático demasiado inflado o deshinchado provoca desgastes irregulares. Los primeros efectos serán la pérdida de confort, pero el desgaste del neumático provoca falta de adherencia, y en caso de asfalto mojado, menor capacidad para evacuar el agua.
Defectos claros de deformaciones, bultos, grietas, roturas, cables y lonas al descubierto. Una deformación de este tipo resulta altamente peligrosa ya que supone la rotura de alguna capa del neumático y puede dar lugar a un reventón de forma repentina. Estos defectos pueden llegar a ser considerados como muy graves y suponer la inmovilización del vehículo.
Otros aspectos importantes son los relacionados con el montaje correcto de los neumáticos unidireccionales estén montados correctamente, llevar neumáticos de nieve no pudiéndolos llevar, o los relacionados con los índices de carga y de velocidad.
Según datos de AECA-ITV el 22,5% de los defectos graves detectados correspondían a los ejes, ruedas, neumáticos y suspensión.
Defectos muy graves
En función de la gravedad del defecto estos pueden ser considerados muy graves, en este caso la inspección será considerada negativa y el vehículo no está autorizado a abandonar la estación de ITV por medios propios, sino que tendrá que hacerlo por medios ajenos (grúa o similar) hasta el lugar de reparación, y volver para la comprobación de defectos.
En 2015, las ITV realizaron un total de 18,75 millones de operaciones de revisiones y se detectaron 21,89 millones de defectos, de los que 6,17 millones fueron graves, con un promedio de 1,8 defectos por vehículo.
La revisión en la ITV debe ser contemplada como una garantía para que nuestra movilidad sea más segura, según el estudio “Contribución de la ITV a la Seguridad Vial 2012” de la Universidad Carlos III, las Inspecciones Técnicas de Vehículos evitan al año 170 víctimas mortales, cerca de 11.000 heridos y al menos 11.000 accidentes de tráfico. Además, si el 20% de los vehículos que no acuden a las ITV lo hubieran hecho, podrían haberse evitado al menos 7.100 accidentes, cerca de 7.000 heridos y 110 muertes adicionales.
Con el ambicioso objetivo de reducir drásticamente los accidentes en carretera, Continental ha creado la plataforma VisionZero, que informa y conciencia sobre la importancia de los neumáticos y sistemas de frenado para la seguridad vial.
Fotos: IStock|mcfr, IStock|kadmi, IStock|taviphoto, Continental.