El fenómeno del coche compartido sigue creciendo y hoy toca centrarnos en uno de los últimos en llegar. TwoGo, un servicio para compartir coche enfocado al mundo empresarial, nació en 2010 y, tras preparar su llegada Estados Unidos, Canadá, Alemania o Suiza, aterrizó en nuestro país el pasado mes de abril.
La idea parte de crear una plataforma mediante la que los trabajadores de una empresa pueden coordinar sus idas y venidas, turnándose con amigos o incluso otros empleados que no conozcan para compartir su vehículo y ahorrar en el coste de los trayectos. Por descontado, al mensaje le acompaña la oda a la ecología que la mayoría de empresas han tomado como bandera.
La idea es buena, pero habiendo temas de licencias de por medio (es la compañía la que contrata el acceso a la nube que permite el servicio), la libertad ofrecida por otros servicios juega un gran papel. A su espalda tiene el apoyo del nombre de la compañía, pero más aún de las tecnologías que esta misma posee.
El futuro TwoGo, además de buscar un trozo del pastel de millones de usuarios en todo el mundo para 2016, pasa por seguir creciendo, abandonando la exclusividad del coche compartido y centrándose en combinaciones de rutas, establecidas en cuestión de segundos por el usuario, en las que el transporte público y su unión a otras redes se conviertan en la solución perfecta a la movilidad en ciudades.
Hay recursos, apoyo para mantener el crecimiento de su campaña y buenas ideas, pero en estos casos sigue fallando lo básico. Toca dar a conocer cómo funciona el servicio, sobre todo en países como el nuestro, donde lo de compartir coche no es una moda que pase por su mejor momento. Ese día llegará, al menos eso indica el curso de los acontecimientos, el crecimiento de esta industria y los usuarios que siguen sumándose a ella, pero primero hay que enseñar, que no adoctrinar, sobre sus beneficios.
Página oficial | TwoGo