Las autoridades francesas siguen urdiendo planes para combatir las emisiones en el transporte, y en concreto, aquellas que proceden de motorizaciones diésel. De este modo, el Ministro de Economía, Christian Eckert, ha anunciado una serie de acciones para recuperar las ayudas dadas a todos aquellos fabricantes cuyos modelos excedieron los límites de emisiones, no bajo ciclo NEDC, sino en condiciones de conducción reales.
Se trata de un coletazo más después de lo ocurrido con el escándalo de las emisiones de Volkswagen, y que busca recuperar parte de la financiación que se otorgo de forma injusta y a costa de los bolsillos de los contribuyentes. En España, si recordáis, el Ministerio de Industria trató de realizar una acción similar con el PIVE, pero se quedó en un intento rectificado.
En los próximos meses descubriremos cómo planea Francia castigar a esos fabricantes. Lo primero que han de aclarar es la normativa y la base legal por la que acometerán su plan. Por el contrario, más inmediata se antoja su última acción contra diésel.
Al diésel en Francia se le acaban las ayudas
Los políticos franceses son conscientes del peso de este tipo de motorizaciones dentro de su industria, aún así, siguen con medidas que penalizan a estos propulsores. Así, suprimirán las ventajas de las que hasta ahora gozaban las empresas a la hora de añadir modelos diésel a sus flotas. Estas se concretaban en un IVA más reducido para los vehículos diésel. A la vez, Francia insiste en que el apoyo económico a la movilidad eléctrica va a seguir creciendo.
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