Buick renueva el mítico Riviera y lo lleva a Shanghái para demostrar al público asiático, más fiel a la compañía que el estadounidense, qué caminos seguirá el futuro de la marca respecto a diseño y prestaciones. El diseño del prototipo Buick Riviera queda muy lejos de flechazos a primera vista como el del Electra, y aunque la longitud de su morro sigue ahí, el estilo nave espacial parece haber llegado con fuerza a la marca.
Esta nueva cara del Buick Riviera sorprende por su diseño, pero los creadores de sus tripas también han hecho los deberes. Estamos ante un híbrido enchufable que cuenta con la tecnología necesaria para poder optar por recargas inalámbricas. Si no hay placa inalámbrica disponible, se puede usar la entrada de corriente alojada bajo se insignia.
Mirando al futuro como la hace este prototipo, nace con conectividad 4G LTE para estar continuamente conectados, comandos de voz, táctiles y de gestos para acceder a las opciones del vehículo, y la joya de la corona de esta versión, un sistema que, mediante 10 cámaras de alta resolución y 18 sensores, nos mostrará en el parabrisas la información recopilada representándola con una imagen holográfica.
Más allá del detalle estilo Star Wars, esas cámaras y sensores se encargarán de controlar funciones como visión nocturna, alertas de proximidad en el punto ciego, avisos de cambio de carril, control de crucero, asistencia al aparcamiento y conducción autónoma. No se han ofrecido detalles concretos sobre ese último punto, así que no podemos aventurar qué tipo de asistencia autónoma ofrecería el vehículo.
Pinta realmente bien pero creo que todos estamos de acuerdo en que mucho deberían de cambiar las cosas en Buick para que un vehículo así llegase al mercado. El miedo al fracaso sería enorme, y aunque sobre el papel todas estas funcionalidades y diseños nos encandilan al segundo, a la hora de soltar el dinero la cosa cambia radicalmente. Toca esperar para comprobar si, esta vez sí, Buick se anima a llevar a producción uno de sus prototipos sin perder el encanto en el proceso.
Vía | Autoblog