Ghosn es el mandamás de Renault y Nissan, y un ejemplar hombre de negocios que no suele fallar. Su predicción para 2020 para los coches eléctricos es muy optimista, el 10% de las ventas mundiales. Es más, apuesta que su grupo venderá entre 500.000 y un millón de unidades al año que cumplan esas características.
Ojo, no he metido los híbridos en el cálculo, van aparte. Renault no se va a meter en ese berenjenal de momento, hasta lo que yo sé, su estrategia de reducción de emisiones pasa, al margen de los eléctricos, por “apretar” los motores convencionales y adaptarlos para gas o biocombustibles, incluyendo biodiesel.
Renault tiene en el horizonte cuatro modelos eléctricos. El Fluence Z.E. se fabricará en Turquía, la Kangoo Z.E. en Francia, como el ZOE (2012), y el Twizy se fabricará en España. En cuanto al Nissan Leaf, se fabricará en Oppama (Japón), Estados Unidos y Reino Unido, con una fábrica de baterías en Portugal.
Como ya apuntamos en un artículo anterior, la estrategia eléctrica de Renault y Nissan no es igual. En el caso Renault, las baterías se alquilan, no se compran, y en Nissan se puede elegir entre propiedad o un leasing con varias opciones al final de contrato (conservarlo, otro nuevo, venderlo).
Los Renault eléctricos, quitando las baterías del cálculo, se acercan bastante al coste de un coche convencional, aunque si metemos las ayudas gubernamentales. Otra de las apuestas de Ghosn es que no hará falta que se mantengan las subvenciones en el tiempo para que el mercado eléctrico despegue dentro de pocos años.
En cuanto a hibridación, en Renault hay silencio total, la postura oficial es que no se plantean. Nissan por su parte, tras probar suerte con el Altima Hybrid (tecnología Toyota), han puesto en la calle su primer modelo híbrido con tecnología de la casa: Infiniti M35 Hybrid o Nissan Fuga Hybrid. Y puede que vengan más.
¿Y qué hay del hidrógeno? Como otras marcas, trabajan en él para el largo plazo, pero no hay nada definido aún. Por ejemplo, Renault trabaja en una versión de pila de combustible en un Scenic, pero no hay intenciones de vender ese modelo a corto plazo, o al menos, eso dan a entender.
Las predicciones de ventas de eléctricos de Ghosn son optimistas en relación a lo que creen otros fabricantes y consultoras independientes, también hay que decir que la oferta de Renault es bastante atractiva y de las más fáciles de rentabilizar. La inversión de la alianza Renault-Nissan en el coche eléctrico asciende a 4.000 millones de euros.
La parte Nissan parece ir muy bien, porque está comprometida toda la producción del Nissan Leaf para el año fiscal 2010 (abril-abril) desde hace tiempo. Las primeras unidades se pondrán en manos de sus dueños antes de que acabe el año, y ya parece un éxito anticipado. Cuantos más pioneros haya, más beneficio para el consumidor medio en el futuro.
Vía | Reuters
En Motorpasión | Renault y Nissan, una idea y dos enfoques sobre el coche eléctrico