En una época en la que la seguridad en el mundo de la competición es una de las premisas principales, nos resulta impresionante recordar otras eras, en las que se alcanzaban velocidades desorbitadas con coches "rudimentarios", sin ningún tipo de ayudas y con unas medidas de seguridad que dejaban mucho que desear.
En este vídeo de 1983 podemos ver un ejemplo claro de otra época, ya que por entonces, el Porsche 956 de Derek Bell era capaz de alcanzar los 400 km/h en la recta de Hunaudières, cuando en el circuito de La Sarthe, en Le Mans, no había chicanes. Este coche en concreto, con dorsal número 1 y decoración Rothmans, cruzó la línea de meta ese año en segunda posición, tras 370 vueltas.
No te pierdas el vídeo porque no tiene desperdicio. El trazado no es el mismo al actual, y la recta es tan larga que las velocidades son impresionantes. Había que ser un valiente para correr así. ¡A disfrutar!
Vídeo | Dailymotion