La afición por las carreras de aceleración en algunos casos roza la enfermedad. En Estados Unidos son muchos los aficionados que enfrentan sus coches al cuarto de milla, aunque sean coches de serie. Poco a poco ese veneno se puede extender y llevar a los fanáticos a modificar sus coches para arañar unas décimas al crono.
Así empezó Norris Prayoonto, un joven adicto a los Honda Civic que primero modificó su coche y ha acabado con una flota de estos demenciales aparatos de carreras importados absolutamente anfetaminados y, sí, de paso el récord del Honda Civic más rápido del mundo.
Cuando "el poder de los sueños" no es suficiente
El bueno de Norris fue uno de tantos enganchados a las carreras de aceleración al otro lado del charco, pero la cosa se le ha acabado yendo de las manos con una escudería completa que acaba de conseguir un récord soberbio. Tomando como punto de partida los Honda Civic, Prayoonto Racing ha desplegado todo su arsenal en un nuevo evento, el Haltech World Cup Finals celebrado en el Maryland International Raceway.
En total el equipo cuenta con seis coches, todos Civic por supuesto, repartidos en cuatro categorías, a cada cual más loca. El más lento de todos consigue completar el cuarto de milla por debajo de los 9 segundos, una bestia con tracción a las ruedas delanteras que hasta parece lenta en comparación con el resto de coches.
El más radical de todos es una descomunal preparación que ha transformado el Civic de quinta generación con carrocería de tres cuerpos en una máquina con tracción total, aligerada al máximo y con una preparación que haría avergonzarse a un Transformer.
El motor es una obra propia de Prayoonto que incluye un bloque de cuatro cilindros K24 con 2.2 litros de cilindrada, pistones mecanizados, distribución Supertech, tres inyectores por cilindros, centralita Motec, brazos de transmisión de fibra de carbono y un enorme turbo Garret GTX50 de 76 mm.
En total genera unos descomunales 1.500 CV de potencia que transmite a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios manual de cuatro relaciones. Con todo el arsenal bajo su carrocería, el Civic con tracción total es capaz de abatir el 0-96 km/h en, respira, 1,1 segundos y conseguir detener el cronómetro en el cuarto de milla en unos sorprendentes 7,45 segundos, cruzando la meta a 300 km/h.
Para Prayoonto los reglamentos de la competiciones tradicionales supone una atadura, así que procura acudir a aquellas competiciones más liberales. Aquellas en las que no hay limitaciones en cuanto a cilindrada, peso mínimo ni tipo de combustible. "Gana el mejor piloto con el mejor motor", es la máxima de Norris para buscar un récord que ha cambiado de manos cuatro o cinco veces en un año, según sus propias palabras.
Desde hace 25 años Norris se dejó seducir por el mundo de las carreras. Su afición fue creciendo y en 1996 corrió su primera carrera de aceleración, su novia se convirtió en su mujer y ella también empezó a pilotar dentro de su mismo equipo.
La transformación de una afición en un modo de vida que ha concluido con la fundación de su empresa P-Racing y su equipo de competición, a través de los que consigue patrocinadores o comercializa preparaciones de motor y transformaciones completas de coches de carreras.
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