Seguir las indicaciones del GPS a pies juntillas a veces tiene sus riesgos, y de hecho no es la primera vez que alguien termina bajo el agua con fatales consecuencias por hacerle demasiado caso al navegador. Y vale que los navegadores de Toyota no son lo mejorcito pero, aunque conectes el GPS para que te guíe, sigues teniendo ojos en la cara. ¡Úsalos!
El caso es que una joven canadiense y su Toyota Yaris han acabado conociendo bien de cerca el lago de Tobermory (Ontario). El hecho de que estuviera lloviendo y con algo de nieva cuando ocurrió, y que además la mujer de 23 años no conociera la zona, no me convence. Digo yo que si la cosa está tan mal que no distingues lo que tienes delante, te paras antes de zambullir el coche.
Por suerte, la joven pudo salir del coche rápidamente bajando la ventanilla y no quedó atrapada en el interior, por lo que no hay que lamentar nada más allá del chapuzón que se llevó el Yaris y catarro casi seguro.
Foto | Tobermory Press
