Pongamos que te llamas Andrea Bellini y que vas por la carretera tan feliz con tu furgón. De repente, irrumpe en tu camino un Boeing 737 de DHL, pilotado por un tal John Holmes, y acabas chocando contra él. ¿Qué haces? Aparte de llevarte el susto de tu vida, claro. Pues... rellenar el parte amistoso, por supuesto.
Sucedió en el Aeropuerto Orio al Serio de Bérgamo. Un avión de ASL Airlines Hungary que se encontraba en servicio desde 1991 aterrizó allí, procedente de París - Charles de Gaulle. Cuando ya había tomado tierra el piloto perdió el control y se salió de la pista 28 por el extremo Oeste, recorriendo 275 metros y atravesando la vía de circunvalación SP116, un aparcamiento y un lateral de la autopista SP591bis, antes de quedar como lo vemos en la primera foto.
Después de semejante castañazo el avión fue dado de baja. De hecho, los daños que sufrió al atravesar todo tipo de muros de hormigón son irreparables. El tren de aterrizaje destrozado, los motores echados a perder, también los flaps, los estabilizadores de estribor... Siniestro total, en pocas palabras.
Y hablando de siniestros, vamos a lo que vamos. Pongámonos en la piel del conductor del furgón que chocó contra él y del que nos ha llegado lo que podría ser una parte del parte, valga la redundancia. En este documento, cuya veracidad o autoría no están confirmadas, quedó marcada la casilla número 15 de la parte correspondiente al piloto del avión, esa que dice así:
Invadía la parte reservada a la circulación en sentido inverso.
Y de forma sutil tacharon el final de la frase. "Invadeva la sede stradale", sin más.
Es una manera de expresarlo, cuando el formulario estandarizado no da para más porque ninguna mente pensante previó un choque entre un furgón y un avión. "Aterrizó como pudo", sería la clave perfecta en un mundo ideal, pero en este mundo traidor en el que nada es verdad ni mentira bien podrían haber marcado la casilla de "Cambiaba de carril", la de "Iba a estacionar" o hasta la de "Circulaba por una plaza de sentido giratorio" (peores cosas se habrán visto en una rotonda).
Sin embargo, de los datos que se observan en el fragmento del parte amistoso (amistoso porque... ¿cómo te puedes poner a malas con el piloto de un avión que se acaba de estrellar?), resulta fascinante la observación que hace constar, presuntamente, Andrea Bellini bajo el croquis, a modo de explicación contextual:
Ho suonato ma non si è fermato!
Que dice el bueno de Andrea que se lió a dar pitidos con el claxon pero John no se debió de dar por aludido y no frenó su vehículo volador. Ah, la comunicación entre conductores... De momento no se ha hecho público el cálculo de los daños ocasionados por el paso del avión a las propiedades que quedaron afectadas.
Vía | Policías.es en Facebook. (¡Un saludo para José Luis!)