La consejera de Salud de la Generalitat de Catalunya, Alba Vergés, ha afirmado hoy según refleja El Mundo que su departamento elaborará el año que viene una ley de adicciones que, entre otras cosas, prohibirá fumar en vehículos privados, algo planteado recientemente a nivel nacional.
María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ya anunció hace unos meses la intención del ejecutivo de incorporar esta medida dentro de su plan contra el tabaquismo. Reino Unido, Francia, Irlanda, Australia, Sudáfrica o algunos estados de EE.UU, ya prohiben fumar en vehículos privados, en algunos casos sólo cuando viaja un menor en su interior.
Vergés ha señalado que esta futura ley para Cataluña abarcará otros aspectos como el alcohol, las drogas o las nuevas tecnologías, además de equiparar la regulación de cara a los nuevos dispositivos, como los cigarrillos electrónicos o el tabaco sin combustión. La medida prohibiría también fumar en instalaciones deportivas al aire libre o paradas de transporte público.
Una distracción más, de momento
En España la acción de fumar en un vehículo no está regulada por ley, más allá de lo indicado en el Artículo 18.1 del Reglamento General de la Circulación, que contempla las distracciones como tal.
"18.1 El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía.
Se considera incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción el uso por el conductor con el vehículo en movimiento de dispositivos tales como pantallas con acceso a internet, monitores de televisión y reproductores de vídeo o DVD. Se exceptúan, a estos efectos, el uso de monitores que estén a la vista del conductor y cuya utilización sea necesaria para la visión de acceso o bajada de peatones o para la visión en vehículos con cámara de maniobras traseras, así como el dispositivo GPS."
Así pues, fumar en el coche podría suponer una sanción por distracción, considerada una falta leve -como lo son comer al volante u otras distracciones-. Y es que, nos guste o no, fumar distrae, además de comprometer la movilidad del conductor y la maniobrabilidad del vehículo, e incluso puede ocasionar problemas de visión por el humo acumulado dentro del habitáculo, por ejemplo.
Cabe apuntar que el hecho de tirar colillas por la ventanilla sí está recogido desde hace años como una infracción grave, que conlleva por tanto una sanción económica de 200 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.
Según estadísticas oficiales, los conductores fumadores se ven envueltos en el doble de siniestros viales que aquellos conductores que no son fumadores.
