Es algo que ya ocurre con las motos, pero que nunca se ha aplicado al automóvil. Un conductor novel no puede acceder a una potentísima moto desde el primer día en que ha obtenido el preciado carnet de conducir, sin embargo, un conductor novel puede manejar un Ferrari con una L.
En las motos, se escalona el acceso a la conducción de motocilcetas en función de su potencia y experiencia del piloto. Ahora, también pasará lo mismo con los automóviles. Al menos en una región del mundo.
Hace un año, el estado de Australia Meridional decidía proponer nuevos requisitos adicionales al permiso de conducir para los compradores de coches de altas prestaciones. El entonces proyecto de ley ha sido aprobado y el nuevo permiso de conducir para superdeportivos será obligatorio a partir del 1 de diciembre de 2024.
El objetivo de este nuevo requisito es asegurarse de que quien compre o vaya a conducir un modelo de altas prestaciones sea consciente de lo que lleva entre manos.
Una nueva licencia, incluso para quienes ya tienen el carnet de conducir
La nueva licencia, que el estado llamará "Clase U", requerirá la realización de un nuevo curso en línea, actualmente en fase de desarrollo.
Lo más llamativo de la medida, aparte de que por primera vez se aplicará al ámbito del automóvil, es que se trata de una medida retroactiva. Es decir, cualquiera que tenga en propiedad un coche de altas prestaciones deberá superar este nuevo test si quiere seguir conduciendo su coche.
El estado también anunció restricciones adicionales, incluidas multas de hasta 5.000 dólares australianos por desactivar ayudas a la conducción, como el control de tracción, el control de estabilidad, el ABS o el frenado de emergencia automático. En otras palabras, no se podrán activar en carretera abierta los modos de conducción más deportivos de los coches. Es algo que, en caso de accidente, se podrá facilmente determinar a posteriori.
Esta nueva ley llega tras un accidente ocurrido en 2019 y que provocó la muerte de una adolescente, Sophia Naismith, de 15 años, atropellada por el conductor de un Lamborghini Huracán.
El joven conductor perdió el control del coche y culpó de ello al modo de conducción deportivo del Huracán, el modo Corsa, que incluye la desactivación del control de tracción y de estabilidad del coche; un modo en principio reservado a un uso en circuito.
Además de los cambios introducidos en el carné de conducir y las nuevas multas, el estado también tiene previsto aumentar de 12 meses a 7 años la pena máxima de cárcel por "conducir sin la debida precaución".
Según un informe de la revista australiana Drive, el umbral para obtener un carné adicional se fijaría en función de la relación potencia-peso. El listón se situaría en unos 370 CV por tonelada.
Eso significa que un coche como el Lamborghini Huracán de primera generación utilizado en el accidente de 2019, que tiene un peso de 1.553 kg y una potencia de 610 CV, sería lógicamente uno de los que entra en esa categoría. Sin embargo, para conducir un Audi RS6 Avant de 600 CV y un peso de 2.175 kg, no sería necesaria la nueva licencia ya que tendría una relación peso/potencia de 284 CV por tonelada.