Al finalizar la primera parte el consumo del Mazda2 1.4 CRTD no parecía tan bajo como se anunciaba en la ficha técnica. De 4,1 l/100 km homologados a una previsión de 6,05 l/100 km va un buen trecho. Tenía que esperar a que saltase la reserva para asegurarme. La salida de Murcia es fundamentalmente cuesta arriba, de modo que es un trayecto que penaliza el consumo.
Con un acompañante y algo de equipaje, procuré que mi velocidad no excediese de 110 km/h en las cuestas y 120 km/h en llano (-8 km/h reales). Pensé que se debía al ritmo que el consumo fuese tan elevado, por eso no fui al mismo trote que a la ida. No encendí el A/C hasta que no fue necesario, funcionó sólo unos kilómetros.
La suma de la autonomía más los kilómetros hechos desde el llenado del depósito no superó en ningún caso los 730 kilómetros. La cifra de kilometraje restante disminuía de forma uniforme, no parece que el ordenador estuviese midiendo eso mal, y el nivel del combustible también bajaba, vamos, que amenazaba la posibilidad de que realmente gastase más de la cuenta. La reserva saltó a los 664 kilómetros.
Es curioso el dato que saco de la prueba del Mazda2 1.5 gasolina, de 103 CV. En aquel modelo la reserva saltó a los 467 kilómetros, pues no es una diferencia muy explosiva que digamos. Paré en La Roda (Albacete), 4 km después de saltar la reserva. El odómetro marcó 668,2 km, la autonomía restante 59 km.
Eso nos da 727,2 km, con 43 litros es una media de 5,913 l/100 km reales. Es curioso que con un coche diesel de tan ajustado gasto la reserva dure tan poco. Está claro que la reserva del coche es muy pequeña, si tomamos como válidos los 5,913 l/100 km la reserva es de sólo 3,54 litros (proporcionalmente). No es el primer coche diesel que en reserva dura menos de 100 km, pero aun así me parece ridícula.
Comprobé de nuevo las presiones de los neumáticos, eran correctas. Por lo cual, los primeros 250 km de la prueba (aproximadamente) los hice con 0,3 bares por debajo de la presión recomendada, y eso que los había inflado antes. El manómetro de la Repsol de la M-50 en torno a la A-3 me mintió. Reposté 18 euros, lo cual eran 20,43 litros, cantidad estimada para el regreso con el consumo que había obtenido, y sobraría un poquito más.
Aprovecho para mandar un saludo a los lectores de Motorpasión de La Roda, me acordé de lo de los miguelitos cuando ya estaba saliendo del pueblo. Lo que son las cosas, paré en la misma gasolinera donde hace dos años paré con el Dacia Logan 1.4, y nuevamente al salir del pueblo, me “perdí”. ¡Qué enrevesada es la puñetera salida!
Pasado La Roda, hice un experimento, en vez de seguir la A-31 hasta la A-3, me metí en dirección AP-36 para coger la autopista A-43 (más información). No es un atajo apreciable en distancia, pero la orografía es mucho más suave y la carretera es mejor y menos transitada. Y lo mejor de todo, el tramo entero es gratis. Los fanáticos de la Fórmula 1 deberían pasarse por ahí, hay un pueblo llamado Casas de Fernando Alonso, lo juro.
Ya en la A-3, la transición fue dolorosa. El asfalto pasa a ser una mierda porquería, lleno de baches, y mucho más tráfico. Al menos, en esta hora del día (las 20:00) no va tanta gente dando por el mismísimo a más de 150 km/h y dando las luces si ocupas “su carril”. Se podía circular a 120 km/h y todo. Mi acompañante pudo corroborar la diferencia en comodidad del Mazda2 a coches similares, es ruidoso.
Cuando llegué a mi destino el odómetro marcaba 916,4 kilómetros, con una autonomía estimada de 239 kilómetros. Si sumamos a los 43 litros iniciales los 20,43 repostados, la media pasa a ser 5,49 l/100 km, redondeando. ¿Cómo es posible que bajase el consumo cuesta arriba y con más peso? Hay que reseñar que el Mazda2 homologa un peso en vacío de 1.045 kg, es muy ligero y el peso extra cuenta más.
El retorno desde Murcia se había hecho a 108 km/h de media, un poco menos rápido de media que la ida. Pues lo entiendo menos todavía. En ambos trayectos la media declarada de consumo igual, 5,1 l/100 km. Si eso fuese cierto la autonomía del coche sería 843 km, aproximadamente. Para que la media haya bajado casi 0,5 l/100 km en sólo 250 km significa que la media hecha con el segundo reposte es más próxima a 4 litros que a 5.
¿Qué explicación hay a todo esto? Creo que es bastante probable que el gasóleo con el que me fue entregado el coche no fuese de buena calidad, y eché gasóleo normal sin aditivo alguno. No sería la primera vez que me pasa. Este resultado (5,49 l/100 km) debe tomarse de forma orientativa, no como un dato 100% fiable. Tendría que haber gastado un depósito entero con gasóleo de La Roda para asegurarme, pero no estaba por la labor.
Nota mental: Los miguelitos y el gasóleo de La Roda cunden.
Continuará...
En Motorpasión | Mazda2 1.4 CRTD, prueba de consumo (parte 1)