Fiat Punto 1.4 GLP, prueba (parte 2)

Después de haberos contado lo esencial sobre el Fiat Punto a GLP, vamos a meternos en harina. He movido bastante el coche, y realizado varios repostajes, por lo que tengo datos muy precisos a pesar de que el ordenador de a bordo no da ningún dato de consumo. Casi 1.600 kilómetros se llevó en una semana.

No ha sido mi intención buscar el consumo más bajo posible, y en parte de la prueba le he puesto al límite de sus posibilidades, para comprobar hasta dónde puede llegar su ahorro. Nos hemos movido por Madrid, Segovia, Cuenca y Valencia, en todo tipo de condiciones, ha sido una prueba muy exigente, sin querer forzar un resultado favorable.

Los primeros kilómetros que hice conduciendo sus "rabiosos" 77 ponys de potencia, fueron divirtiéndome. Apuré las marchas, entré en las rotondas haciendo punta-tacón y tumbando la aguja de las revoluciones. Aún así no iba significativamente rápido en relación a los demás.

Prácticamente toda la prueba se ha hecho con temperaturas bajas, es decir, con un consumo más alto ya que el frío exterior y el uso de GLP tienden a enfriar el motor. Eso se compensa con un gasto de combustible más alto. Tampoco me he cortado poniendo la calefacción, pero sin hacer del interior ninguna sauna.

En zona urbana se echa de menos el Stop&Start, que Fiat no monta en las versiones de GLP pero sí en las de gasolina, luego el motor lo puede tener perfectamente. De todas formas el ralentí no llega a un euro cada hora, es poco más de la mitad. El beneficio no está muy claro.

Para llanear y circular por carreteras secundarias, a ritmos legales, sus 77 CV son suficientes, pero en los adelantamiento hay que saber calcular, porque le cuesta coger velocidad (recuperaciones). La segunda se acaba antes de 100 km/h, y la cuarta es muy lenta, así que hay que confiar en la tercera marcha.

Consumos de GLP del Fiat Punto 1.4 8v

El primer depósito lo gasté en Madrid y Segovia, alternando conducción tranquila con la _racing_, incluyendo el Puerto de Los Leones, que tiene pendientes del 11%. Desde luego en conducción tranquila tiene la potencia que tiene que tener, se echa de menos la caballería cuando se quiere ir más allá.

La reserva empezó a amenazar pasados los 300 kilómetros, pero aguantó el depósito hasta los 367 km, cuando procedí a repostar. Entraron 30,14 litros, lo que nos da una media exacta de 8,21 l/100 km. Cuando está lleno, se corta el suministro de gas en seco, luego es una medición muy precisa.

Eso fue con una velocidad media de 56 km/h, como ya he dicho, muy variada. Una vez lleno, puse rumbo a Valencia con mi acompañante. Mi objetivo era repostar a mitad de camino, aunque apurando era posible llegar a la ciudad del Turia sin echar más. Solo hay una estación de servicio a mitad de camino, en Motilla del Palancar (Cuenca).

Antes de llegar ahí, a la altura de Honrubia, le hicimos un corte de mangas a la autopista y tiramos por la N-III, que está desierta y ahorra kilómetros, además, las curvas despejan el aburrimiento. Nuestro trote en la autopista había sido de 110 a 130 km/h reales, o algo menos en los tramos con pendiente.

Llegamos a Motilla del Palancar y buscando la gasolinera, no era la que yo pensaba, sino una sin servicio atendido, que tenía ¡hasta una electrolinera! ¡En mitad de Cuenca! Como estos señores tenían el gas muy caro (0,892 €/litro), solo me gasté 10 euros, lo que cundió para meter en el depósito 11,21 litros y seguir.

Continuamos por la vieja N-III hasta Minglanilla, y retomamos la A-3 hasta Valencia, concretamente Paterna, periferia. Había quedado para cenar con unos amigos. Empiezan las cuestas abajo y el estar pendiente de los radares de 100 km/h, que no correrá, pero se embala como todos si no se presta atención.

Antes de llegar a Paterna me percato que el medidor de GLP se comporta de forma muy extraña y se vacía muy rápido. Luego se confirmó mi teoría, haciendo un repostaje parcial pierde mucha precisión. Me tiré más de 100 kilómetros con la amenaza de "Repostar GLP". Una vez en Paterna, ¡milagro! Otro sitio donde venden GLP y a punto de cerrar.

Aunque nos estaban esperando, hice un _pit-stop_ para llenar y pagar. Unos segundos más y me cierran. Sumando los datos del último repostaje parcial, han sido 371,3 kilómetros con un consumo de 32,5 litros, nos da una media más alta, de 8,75 l/100 km. Es comprensible, nuestro trote medio ha sido de 108 km/h.

Tras una contundente cena, unas buenas risas y compadreo, toqué retirada y me fui a dormir a un pueblo cercano. Mi acompañante se perdió en la noche valenciana y le rescaté al día siguiente. Recuperamos fuerzas con unos bocadillos de barrio, todo un manjar, y nos dirigimos a la cooperativa de taxistas de Vara de Quart (Valencia capital).

Es el único sitio de Valencia capital donde se podía repostar en sábado, y ya habíamos aprovechado para sacar unas fotos típicas en la Ciudad de Las Artes y Las Ciencias. Ya que ha costado más de 1.000 millones de euros, habrá que aprovecharla aunque sea un poco, ¿no? Encontramos el lugar fácil, solo había que tirar del clásico: "¡Sigue a ese taxi!".

Esta vez estábamos dispuestos de llegar hasta Madrid sin hacer la escala intermedia para repostar. En Cuenca tienen libertad para poner el gas más caro, y yo tengo libertad para mandarles al cuerno. Son 350 kilómetros, debería poder llegar con el consumo de vuelta (superior). Lo llenamos con 2,77 euros, 3,48 litros, nueva media de 6,07 l/100 km.

Este último "depósito" incluye más proporción de conducción urbana y recorridos por un terreno prácticamente liso, que son condiciones más favorables, total 57,3 km. La temperatura, superior a 15 grados, cosa que el motor agradeció. La velocidad media fue de 39 km/h. Tras repostar gas y unas bebidas energéticas para nosotros, tiramos la bomba de humo y nos fuimos, tras pagar ¿eh?

El Valencia-Madrid es un recorrido más exigente, porque ahora hay que subir, y como la potencia del Punto no es muy abundante, hay que bajar a cuarta y darle al acelerador mucha caña si queremos mantener una buena media, y con esto me refiero a ir a más de 100 km/h en rampas, no a volar bajo.

Efectivamente, algunos tramos hubo que hacerlos en cuarta a unas 5.000 RPM, porque en quinta sencillamente no sube. El viaducto de Buñol lo superó prácticamente con el acelerador a fondo, sin capacidad de ganar más velocidad, a más de 90 km/h. Venga Puntito, te estás portando, que llevas 160 kilos de lastre humano.

Mi objetivo era mantener, hasta Madrid, una velocidad media superior a 110 km/h, lo que me obliga a superar los 120 para compensar su falta de brío en las cuestas. Esto parece una prueba de los años 80, pero no me diréis que os está aburriendo. Un coche de poca potencia también puede ser divertido.

Repitiendo ruta, atajando por la N-III, acabamos llegando a Madrid en reserva, temía que el depósito se agotase en cualquier momento, pero resistió. Nuevamente quedó lleno por 27,73 euros, y con 34,7 litros salen 9,9 l/100 km. Le di bastante caña, velocidad media 105 km/h. Mi acompañante llevaba tres horas de siesta.

De ahí, a casa, y seguí utilizando el coche hasta agotar por completo el depósito de gas. Ni me enteré de cuando pasó a gasolina, a los 382 km se había quedado seco, lo que confirmó mi sospecha. Más de 10 l/100 km no gasta. Al devolver el coche, la aguja de la gasolina no se había movido ni un milímetro.

Este es el sumario de los consumos obtenidos:

Punto Diesel contra Punto a GLP

Si pasamos esos 7,32 €/100 km a gasóleo, tendría que ser un consumo de 5,42 l/100 km para ser igualmente rentable, a 1,35 euros/litro. El Diesel equivalente (1.3 MultiJet 75 CV) es 250 euros más barato, por lo que la diferencia es pírrica. Según Spritmonitor desde 2008 los Punto 1.3 MultiJet beben 4,94 l/100 km.

El precio del gasóleo es clave, a 1,4 euros por litro la media equivalente sería 5,22 l/100 km. Pero hagamos las cuentas bien. En impuestos empatan, pagarían lo mismo. En mantenimiento, cambia la historia, porque el Diesel es más caro de mantener y tiene una potencial fiabilidad inferior, es un motor más complejo.

Además, las condiciones de la prueba han sido MUY exigentes, lo que pone al GLP en desventaja, pero fijaos en el dato de circulación por Valencia, esos 4,83 €/100 km equivalen a 3,58 l/100 km de gasóleo, y ahí el MultiJet no es competitivo. Conclusión, el GLP le ha ganado la partida al Diesel.

Fiat Punto GLP: nuestra puntuación

Ficha técnica

El coche para esta prueba ha sido prestado por Fiat. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas

Fotografía | Javier Costas y Alejandro Costas
En Motorpasión | Fiat Punto 1.4 GLP, prueba (parte 1)