La semana pasada vimos las primeras impresiones del nuevo Dacia Sandero, que afronta un restyling de mitad de ciclo de vida. Ahora vamos a ver el Dacia Sandero Stepway, una versión tipo crossover que se estrenó en 2009 y que probamos justo cuando salió al mercado.
Pese a su aspecto, no es un todoterreno ni pretende serlo. Es un Sandero makeado para circular con más comodidad por carreteras en muy mal estado o de tierra, pero no tiene tracción total ni la puede tener. Esa funcionalidad solo la encontraremos en el Dacia Duster y pagando aparte.
En el modelo de 2009 mi queja más grande fue la de carecer de control de estabilidad y tracción. Más que por una simple cuestión de seguridad, era por cuestiones prácticas. Un crossover con pérdidas de motricidad puede quedarse atascado en superficies resbaladizas y convertirse en un simple turismo con suspensión alta. Lo han solucionado.
Cómo distinguir el Stepway de un Sandero cualquiera
Se trata de una versión modificada del coche ventajosa para circular fuera de carretera sin tanto miedo a tocar los bajos o a romper delicadas piezas de la carrocería. Las llantas de 16”, aunque dan el pego como de aleación, son de acero con embellecedores. Dadle con los nudillos, no os vais a hacer daño.
La carrocería tiene doble tono, un color cualquiera y negro. Los pasos de rueda son más amplios, con neumáticos distintos a un Sandero (modelo y dimensión), tiene barras longitudinales en el techo, los faros antiniebla son diferentes y tiene protecciones adicionales para los bajos.
El color azul turquesa que vemos es exclusivo de este modelo. Además de por las inscripciones “STEPWAY” de la carrocería y los asientos, también encontramos algo más de detalle en los asientos. La comparación visual entre Sandero y Sandero Stepway salta a la vista, aunque no se sepa de coches.
¿Qué cambia en el nuevo Stepway?
Básicamente lo mismo que del Sandero de 2008 y el Sandero de 2013. La calidad en general es superior, los motores ahora son los mismos que en los Renault Clio 2012, tienen más equipamiento de seguridad y tecnológico, una imagen exterior renovada, mayor eficiencia, nuevos colores, tapicerías y llantas, etc.
La principal novedad a mi juicio es el control de estabilidad (ESP) con control antipatinado (ASR) y demás ayudas electrónicas como la asistencia a la frenada de emergencia (SAFE). En realidad, son todo funciones que realiza la centralita del ESP. Esto cambia por completo toda la historia.
En la prueba del Sandero Stepway de 2009 recorrimos todo en seco, si acaso un par de charquitos, pero insuficiente para valorar hasta qué punto la motricidad podía salir perjudicada. Si no hay un sistema antipatinado o diferencial de deslizamiento limitado (LSD) una rueda se puede bloquear y la otra girar como una loca.
Además, al igual que el Sandero, este coche por su altura elevada y por el tipo de suspensión que usa, más pensada para comerse baches sin rechistar que para dar un comportamiento ejemplar en curva, le viene el control de estabilidad como anillo al dedo. Gracias Europa por obligar a Dacia a instalarlo.
El Stepway está disponible con un 0.9 TCe de 90 CV (reemplaza al 1.6 de 90 CV) y un 1.5 dCi de 90 CV (reemplaza al dCi de generación previa y 70 CV). No tiene por tanto el motor 1.2 que es compatible con GLP. La versión que he probado en esta ocasión es Diesel también, como en 2009.
Con el motor de gasolina, el Stepway 0.9 homologa 5,4 l/100 km, un consumo ridículo, y la versión Diesel Stepway 1.5 dCi se conforma con ¿4 l/100 km? La única diferencia con los motores del Clio es que los Dacia no llevan ni el Stop&Start ni la frenada regenerativa inteligente.
Cinco velocidades con más marcha
Los Sandero Stepway tienen cinco velocidades, como los Sandero, pero los desarrollos son más cortos en los Stepway, especialmente en primera. Esto supone ventajas a la hora de moverse por superficies resbaladizas o el campo. El dCi en concreto tiene una aceleración 0,3 segundos más brillante en el 0-100 km/h: 11,8 s.
Aunque las marchas cortas benefician la respuesta y el reprís, penalizan a efectos de consumo especialmente a alta velocidad, aunque la quinta es muy similar. Al ir más elevado que un Sandero, ofrece 0,91 metros cuadrados contra el aire en vez de 0,76, esto se traduce en más consumo en carretera y autovías.
De todas formas como atestigua la imagen, el dCi a 120 km/h no va tan revolucionado, y el habitáculo es menos ruidoso, así que se puede rodar con bastante comodidad en relación a lo que cuesta. El ruido aerodinámico es más intenso en la parte superior de las ventanillas delanteras, y las barras de techo también generan algo de ruido.
Mala elección de neumáticos
En vez de calzar Continental EcoContact5 185/65 R15, los Stepway calzan Goodyear EfficientGrip 205/55 R16. Son unos neumáticos excelentes para carretera y ofrecen un balance de agarre, prestaciones y ahorro de combustible muy notable, sin tener un precio exagerado, y que van bien hasta en circuito.
Ahora bien, es una mala elección para este tipo de coche. La prueba, realizada en carreteras de la sierra andaluza a menos de 7 grados, puso en jaque a estas ruedas, que son de verano. Si estamos pensando en irnos a esquiar con un Sandero Stepway, como no cambiemos los neumáticos es mala elección.
A este coche le pegan neumáticos M+S, ya que equipan ruedas de primera marca, no costaba mucho esfuerzo poner cubiertas más adecuadas para un uso más fuera de carretera. Especialmente en zonas muy frías, estas ruedas no son las adecuadas, si ya la suspensión sujeta poco al coche, perder adherencia es empeorar las cosas.
Si el Sandero demuestra cierta tendencia a sobrevirar —sin conducir como un loco— el Sandero Stepway tiene más tendencia a sobrevirar, y con la calzada fría, más. Afortunadamente el control de estabilidad salva la situación siempre que disponga de una adherencia suficiente, si no, ni por esas.
No digo que el coche sea un peligro, pero hay que tener cuidado al circular en zonas con curvas si la temperatura o el firme no acompañan. Eso sí, se mete por caminos hechos un asco con mucha alegría, sin que se retuerza la carrocería ni suenen más grillos que en una noche de verano. El coche, honestamente hablando, está bien hecho.
Gracias al ESP hasta se puede salir acelerando fuerte con las ruedas giradas sin perder el control. También he probado a frenar con las ruedas izquierdas sobre asfalto y las derechas sobre barro frío, y aunque no vaya completamente recto, sí evita una situación muy desagradable. Sin ayudas, esto implica porrazo casi seguro.
Impresiones en carretera
Además de en carreteras locales, también he ido por autopista tiempo más que suficiente y el consumo, si bien no es tan brillante como en ficha, es contenido. En una zona llana es complicado llegar a 6 l/100 km circulando a una velocidad moderada y legal, en torno a 120 km/h reales. El limitador es una buena ayuda para lograrlo.
El consumo mínimo que he logrado ha sido de 4,3 l/100 km, pero con condiciones muy favorables, de la sierra a Málaga, que incluye mucho descenso y tramos en los que el consumo instantáneo no llega a 3 l/100 km. Nuevamente la homologación se pasa mucho de optimista, pero tampoco gasta mucho.
Esos 20 caballos extra se notan y se agradecen, el dCi de 70 CV iba más justito con esta carrocería poco aerodinámica. Si encima nos vamos de juerga con cuatro amigos y sus mochilas para irnos de excursión, notaremos más chispa que en el modelo precedente. Como alternativa a un todoterreno pequeño, tiene su interés.
¿Qué hay del interior?
Parte del sobreprecio sobre un Sandero normal está en el interior, la tapicería es más bonita e incluye pespuntes de color, y también doble tono. También me gustó el detalle de las alfombrillas todotiempo, esas que no importa llenar de barro o subirlos con el calzado empapado. Es un accesorio, no viene de serie.
Ha ganado mucho en apariencia interior, aunque sigue teniendo sus lagunas. Según la ficha técnica no tiene ordenador, pero el modelo probado tenía un ordenador tan completo como el de los Renault de hace pocos años, incluyendo el precioso dato de cuánto combustible hemos consumido, no solamente la media.
A nivel práctico mantiene sus 320 litros de maletero, el respaldo es abatible de serie y puede dar bastante más espacio. Para los que hagan deportes que impliquen muchos extras, tienen hasta 1.200 litros usando dos plazas útiles.
Caben cinco adultos en el coche, el que vaya atrás en el centro irá un poquito más apretado y con menos espuma bajo su trasero, pero en ese sentido es más cómodo que cualquier Audi o BMW en una plaza central. Al ser una carrocería tan ancha, el espacio de los hombros es muy bueno. No destaca en espacio para las piernas.
Al ir 4 centímetros más alto sobre el suelo que un Sandero, es más aislante de lo que ocurre debajo de las ruedas, para bien y para mal. A cambio, lógicamente, balanceará más. En cuanto a los neumáticos, son bastante silenciosos, en este coche y en general. Tiene que mejorar un poco en ergonomía más que a nivel de ruidos.
El mullido de los asientos delanteros, sin llegar a ser insuficiente, me pareció algo escaso. Puede que en un viaje largo invite a parar antes, comparándose con otro coche del mismo segmento. Todavía no hay precios, primero tienen que liquidar los stocks del modelo 2009, y no aceptan órdenes del nuevo.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
Fotografía | Javier Costas, Pepe Giménez
En Motorpasión | Dacia Sandero 2013, presentación y prueba en Andalucía