Los belgas pueden comprarse una versión domesticada del Porsche Boxster, con 211 CV de potencia. El motor sigue siendo el 2.7 Boxer, pero ha sido capado para reducir su entrega de potencia a 155 kW a 5.300-7.400 RPM. Aún así, hace 0-100 km/h en 6,1-6,4 segundos, dependiendo del cambio de marchas.
La razón de la existencia de esta versión es torear los impuestos locales, luego sería tan fácil como hacer una "repro" y recuperar la potencia que tiene que tener. Homologa un consumo de gasolina de 8,2 l/100 km en el caso del manual, y 7,7 l/100 km con el PDK (automático de doble embrague).
Este modelo en cuestión cuesta 52.030 euros hacia arriba. Curiosamente es el mismo precio que piden por el Boxster normal de 265 CV, por lo que la diferencia estará en los seguros e impuestos de circulación, no en impuestos de circulación. Se me escapan los temas de fiscalidad belgas.
El modelo normal entrega 195 kW a 6.700 RPM, es decir, la centralita ha limitado la entrega de par, de modo que a 5.300 RPM la fuerza del motor disminuye según sube de vueltas. Así se mantiene a raya la potencia (que es par x RPM), suponemos que a nivel interno no ha cambiado ni una sola pieza.
La otra cara de la moneda es que el consumo baja en 0,2 l/100 km en la versión capada, pero dudo que merezca la pena en un coche de esta categoría. En nuestro país no lo veremos, no supone ningún tipo de ventaja a nivel de impuestos, si acaso en determinadas compañías de seguros.
En nuestro país el Boxster de 265 CV arranca en 55.892 euros, más que en Bélgica. Nuestro impuesto de circulación se basa en la cilindrada, podría haber sido ventajoso con un motor más pequeño, pero con un 2.7 se paga lo mismo dé la potencia que dé. Y hablamos de un ahorro que es pecata minuta para cualquiera que supere a un mileurista.
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