De todos los medios de transporte que se pueden utilizar en España, el AVE es el más puntual. Salvo raros imprevistos, como una enorme tormenta de nieve, una avería o el sabotaje de las vías por parte de ladrones, como sucedió hace unos meses, es poco probable que un tren de alta velocidad no llegue en hora a su destino.
Pero hay algo con lo que Renfe no contaba: las despedidas de soltero. En una de ellas, sus integrantes se pasaron de la raya y provocaron el retraso del tren por culpa de su comportamiento. El operador ferroviario no se quedó de brazos cruzados y llevó el caso ante la Justicia.
Aviso a navegantes
Viajar en AVE tiene sus ventajas respecto al coche, sobre todo cuando se trata de una despedida de soltero. El tren es más rápido y permite llegar hasta el centro de varias ciudades españolas con la máxima puntualidad. Además, tiene bar y brinda la posibilidad de tomar algo en pleno viaje.
Esto último es especialmente interesante para los integrantes de muchas despedidas de soltero. Eligen el AVE para ir de fiesta a otra ciudad y, a menudo, la celebración comienza en el mismo tren, concretamente en el vagón donde se encuentra la cafetería. El objetivo es no perder el tiempo.
El problema es que muchos se olvidan de que el AVE es un medio de transporte público y no es posible comportarse de cualquier manera. Y eso es lo que sucedió en un AVE Madrid-Málaga que llegó 23 minutos tarde a la estación de María Zambrano, situada en el centro de la ciudad andaluza.
Según establece el Compromiso de Puntualidad de Renfe, la compañía está obligada a indemnizar a los pasajeros cuando el tren se retrasa. En este caso, Renfe devolvió la cuantía del billete a los pasajeros y tuvo que pagar 7.676 euros a 216 viajeros por una demora causada motivada por una despedida de soltero.
Once personas que celebraban una despedida de soltero el día 6 de julio de 2018 comenzaron la fiesta a bordo del tren que les llevaba de Madrid a Málaga. Según Renfe, “alteraron de manera cada vez más intensa el orden dentro del tren, gritando, cantando y golpeando las paredes del tren, haciendo caso omiso de las indicaciones y llamadas de atención del personal de Renfe”.
Ante ese comportamiento, el interventor del tren pidió a Seguridad de Renfe el desalojo del grupo en la siguiente estación, la de Córdoba. Los once integrantes de la despedida se negaron a salir del AVE y Renfe señala que “los demandados aprovecharon para escalar de manera definitiva su fiesta particular en la cafetería del tren, donde se encontraban bebiendo, bailando, cantando y gritando a todo volumen y de manera totalmente descontrolada”.
El siguiente paso que dio el personal de la compañía ferroviaria fue llamar a la Policía, que finalmente consiguió que todos los implicados en la fiesta bajaran del tren, aunque su intervención implicó una demora en el servicio, que tuvo que parar más tiempo de la cuenta en la estación de Córdoba.
A partir de ese momento, el AVE continuó su trayecto con normalidad, pero fue imposible recuperar el tiempo perdido y llegó tarde a Málaga, obligando a Renfe a indemnizar al resto de los pasajeros. Eso sí, gracias a la justicia, los 7.676 euros de la indemnización pagada a los viajeros no los ha pagado Renfe.
La compañía denunció los hechos en el Juzgado de Primera Instancia número 43 de Madrid y, algo más de cuatro años después (parece ser que la Justicia no es tan rápida como el AVE), la demanda ha sido estimada.
La sentencia determina que la causa del retraso fue “la necesidad del auxilio de la Policía Nacional para lograr que los codemandados bajaran del tren”. El Juzgado considera, por lo tanto, que los responsables de la demora fueron los once integrantes de la despedida y les obliga a abonar íntegramente la cuantía de la indemnización a Renfe, es decir, 7.676 euros.
Cada uno de los demandados tiene que pagar 697,82 euros a la compañía ferroviaria porque la condena es solidaria, “por razones de seguridad jurídica y dada la interdependencia de las conductas”.
Aprovechando la sentencia, Renfe deja claro que esto es un aviso para el resto de pasajeros ahora que los desplazamientos de este tipo se han disparado en los trenes AVE y con ellos los inconvenientes que el comportamiento de algunos de estos grupos genera al resto del pasaje.
“La compañía se ha mostrado y se va a seguir mostrando contundente con los comportamientos que alteren el viaje, recurrirá a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando se produzcan casos graves de alteración del orden público y denunciará esos comportamientos y sus consecuencias sobre el resto del pasaje y sobre la propia compañía ante los Tribunales”, señala Renfe.