Un desafortunado accidente en el concesionario Tri-City Ford de Eden (Carolina del Norte, EEUU) ha dejado a los entusiastas de los coches deportivos con el corazón encogido: un Ford Mustang Cobra R del año 2000, uno de los modelos más exclusivos y codiciados de la historia de Ford, sufrió daños graves después de que un Hyundai Tucson atravesara la cristalera de la sala de exposiciones y colisionara contra él.
El Ford Mustang Cobra R, fabricado en una producción limitadísima de sólo 300 unidades, era la joya de la corona de la colección del dueño del concesionario y estaba casi impoluto, pues sólo contaba con 24 kilómetros en el odómetro. Afortunadamente nadie salió herido y los mayores daños se los llevó el pony car, que ahora necesita un rescate urgente.
El Ford Mustang Cobra R: una leyenda de alto rendimiento
Los accidentes ocurren, pero cuando un rarísimo Ford SVT Cobra R del año 2000 es el afectado, estamos ante una triste historia digna de la antigua sección de esta web bautizada como ‘Dolorpasión’. Todo ocurrió el pasado 14 de diciembre y, desde entonces, las imágenes del Mustang han generado un gran revuelo en las redes sociales.
En las fotos se ve al Hyundai Tucson con la parte trasera incrustada contra el lateral del Mustang, cuya puerta del pasajero y ventanillas quedaron destrozadas. También el parabrisas del pony car sufrió importantes daños, dejando al coche en necesidad de reparaciones urgentes. El colofón a la dramática escena los restos del concesionario esparcidos por el suelo.
El Ford Mustang SVT Cobra R del año 2000 no es un coche cualquiera. Esta versión de alto rendimiento del Mustang de cuarta generación (SN-99) fue diseñada para ser un arma en la pista.
Con un motor V8 de 5.4 litros y 390 CV, transmisión manual de 6 velocidades y mejoras en la suspensión y transmisión, este modelo carecía de lujos como asientos traseros, radio o aislamiento acústico. Todo en el Cobra R estaba enfocado al rendimiento puro. Además, este Mustang sólo se fabricó en color “Performance Red”, lo que lo hace aún más icónico.
El ejemplar dañado había permanecido como una pieza de colección en la sala de exposiciones de Tri-City Ford. Con su kilometraje casi inexistente, se consideraba uno de los mejores conservados, un verdadero “unicornio” en el universo de los coches clásicos. Según datos de Classic, su valor superaba las seis cifras antes del accidente.
Aunque los detalles exactos del accidente aún no han sido confirmados por el concesionario, se presume que una conductora mayor confundió las marchas al volante de su recién comprado Hyundai Tucson y retrocedió de forma incontrolada desde el aparcamiento del concesionario hacia la sala de exposiciones. Sin embargo, lo más importante es que no hubo heridos.
El Ford Mustang Cobra R dañado podría enfrentarse ahora a un dilema: ¿será reparado para volver a brillar como pieza de colección o finalmente se utilizará en la carretera, tal y como Ford lo concibió? En cualquier caso, su valor de mercado ha disminuido considerablemente, pero sigue siendo una herramienta de marketing potente para el concesionario, incluso después del accidente.
En 2017, el dueño del concesionario compartió un vídeo mostrando cómo ponía en marcha el coche tras dos años sin uso. Las imágenes revelaron un motor que, tras unos segundos de rugido áspero, se convertía en música para los oídos. A partir de ahora, es una incógnita lo que el propietario hará con él. Tal vez, con los daños sufridos, lo acabe reparando y lo utilice como Ford quería cuando lo fabricó: en la carretera.
