Coches pintados en los barrios ricos de Madrid: así protestan unos activistas contra el cambio climático

Coches pintados en los barrios ricos de Madrid: así protestan unos activistas contra el cambio climático
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Un grupo de activistas que se autodenomina “Asociación de coches de alta gama Mariposas en el Tubo de Escape” está protestando contra la crisis climática pintando coches aparcados en las calles de Madrid.

Lo hicieron por primera vez hace unos meses en el barrio de Salamanca y ahora han vuelto a las andadas en Chamartín, en el norte de Madrid, siempre escogiendo modelos de alta gama, generalmente SUV.

Pintan con spray en la carrocería y los cristales de los coches

A lo largo de los últimos meses, el activismo contra el cambio climático está funcionando a pleno rendimiento. Ecologistas de múltiples asociaciones han llevado a cabo acciones de todo tipo, principalmente en Europa, y en la mayoría de ellas han utilizado pegamento o pintura.

Algunos han pegado sus manos a obras de arte dentro de museos, otros se han pegado al suelo en carreteras, como sucedió en la M-30 de Madrid, y también hay quienes han utilizado pintura, tanto en cuadros, como en edificios históricos, escaparates de concesionarios de coches de lujo y ahora también en los propios coches.

Y es un grupo de ecologistas que se identifican como “Asociación de coches de alta gama Mariposas en el Tubo de Escape” ha considerado que la mejor forma de protestar contra el cambio climático es pintar coches de alta gama aparcados en la vía pública.

De noche, cuando las calles están vacías, los miembros de esta asociación se dedican a buscar coches de alta gama, generalmente SUV, para pintar con spray un mensaje en ellos: “+1’5 ºC”, tanto en la carrocería como en las lunas. La primera vez que lo hicieron fue el pasado mes de marzo en el barrio de Salamanca, en Madrid, y ahora han repetido la acción, pero esta vez en Chamartín, situado en el norte de Madrid.

El diario El Salto se ha hecho eco de la acción en las dos ocasiones y es el único medio que ha publicado imágenes y vídeos, que según el propio medio “han llegado a la redacción y son anónimos”. Por supuesto, los ecologistas salen siempre tapados para que no se les pueda identificar mientras destrozan los coches de otras personas.

En marzo, esta asociación reivindicó la acción con un comunicado que también publicó El Salto. De esta forma, Mariposas en el Tubo de Escape señaló que “el 60,6% de las emisiones de CO₂ en el transporte en la UE son producidas por los coches” y explica sus motivos de protesta desde el punto de vista de coches de alta gama.

Activistas
Otros activistas pintaron el escaparate de varios concesionarios de lujo en Londres hace unos meses.

En el comunicado, hablan “en primera persona” un Audi A8, un Mercedes Clase S, un BMW Serie 7, un Porsche Panamera o un Lexus LS: “Con la acción sobre nuestros cuerpos de hoy queremos denunciar que es determinante un decrecimiento rápido en las emisiones y una fuerte, y también acelerada, renaturalización del planeta para que la temperatura global no supere 1,5ºC. Por eso hemos dibujado esta cifra en nuestras lunas”.

Continuando con este punto de vista, como si fuese un coche de alta gama el que emite el mensaje, estos activistas justifican el destrozo de los coches con una reflexión final: “El harakiri es una antigua tradición japonesa de muerte digna por la comunidad que queremos hacer nuestra y promover”.

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