La Federación Internacional de Automovilismo ha sido muy clara tras la reunión de estrategia en la que se ha reunido con las principales marcas automovilísticas implicadas en el Dakar. No quieren más polémicas ni acusaciones de favoritismos. Los que quieran tomar parte en el Dakar 2019 lo tendrán que hacer con un coche con tracción a las cuatro ruedas y motor tubo de gasolina.
Incluso Peugeot -presente en la reunión junto a Mini X-Raid y Toyota Overdrive- ha terminado por acceder a dejar a un lado el proyecto de motor turbodiésel con el que se han aupado a lo más alto los dos últimos años junto a Stéphane Peterhansel. Junto a estas medidas se habla ya de un proyecto de Campeonato de Mundo FIA Cross Country.
Además de la extrema dureza del Dakar 2017, el otro de los temas que más portadas han copado ha sido las** bridas de admisión** permitidas para los motores gasolina de Toyota. Los pilotos de Peugeot -y entre ellos Carlos Sainz- no dudaron en manifestar, tanto antes como durante la prueba, su disconformidad con la decisión tomada por los comisarios.
A pesar de la teórica ventaja que muchos pilotos y profesionales denunciaban, los 3008 DKR no tenían grandes problemas para llevarse su segundo Dakar consecutivo y firmar nueve victorias de etapa. Aunque las cosas parecían estar más calmadas tras los resultados obtenidos, no lo estaban tanto en los despachos.
Para evitar problemas, reglamento común
La Federación Internacional de Automovilismo, que actúa como órgano rector de la categoría, se reunía en el último mes con Peugeot, Toyota y Mini para llegar a un acuerdo que satisficiese a todas las partes. Según se ha podido saber por declaraciones de Marc Fortin, Team Manager del equipo Toyota Overdrive, en 2019 los pilotos principales tendrán que ir a sudamérica con coches 4x4 o con buggy de dos ruedas motrices, todos ellos con motores turbo de gasolina.
"El Cross Country era la única disciplina FIA confusa a nivel de reglamento. Estas decisiones con las que todos estamos de acuerdo, sin excepción, deberían simplicar el panorama. Todos nos hemos puesto de acuerdo y la FIA, por suerte, nos ha dado su bendición".
Peugeot -el que más parece perder con estos cambios-, tiene que trabajar ahora en un nuevo propulsor gasolina con el que poder luchar por la victoria en 2019. Habrá que ver si lo introducirán en 2018 o alargarán un año más el desarrollo del turbodiesel con el que han competido desde su vuelta al Dakar.
La Federación Internacional habla ya de la posibilidad de formar un Campeonato del Mundo Cross Country -hasta ahora Copa del Mundo- y que podría dar comienzo en la Baja Rusia-Northern Forest de 2018.
El próximo nueve de marzo tendrá lugar en Ginebra la próxima reunión de la FIA en la que se deberían aprobar todos esto cambios.
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