Uno de los mayores retos que han tenido las competiciones FIA en los últimos años ha sido conquistar América y Estados Unidos. El país tiene sus propias competiciones automovilísticas, como la Nascar e Indycar, que gozan de miles de aficionados que llenan los circuitos mientras que categorías como la Fórmula 1 no atraen tanto al público. ¿Y la Fórmula E?
De hecho, aunque la máxima categoría de los monoplazas goza de más audiencia desde la aventura de Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis, tan solo cuenta con una carrera, en el Circuito de las Américas, a donde además de los estadounidenses miles de méxicanos cruzan la frontera hasta Texas para la cita.
Ya en los últimos años de reinado de Bernie Ecclestone el magnate intentó llevar a cabo un circuito urbano en Nueva Jersey con el skyline de Manhattan como fondo de una carrera que debía aumentar el interés de la población. El proyecto nunca llegó a buen puerto y con la llegada de Liberty Media se retomó.
Nadie es profeta en su tierra
Si alguien conoce bien a los espectadores norteamericanos es Liberty Media. El conglomerado estadounidense especializado en comunicación y entretenimiento de masas cuenta con veintisiete años de experiencia en el terreno y su interés por abrirle a la categoría un nuevo mercado resulta casi obsesivo.
Una de sus principales medidas para atraer a nuevos aficionados ha sido cambiar el horario de las carreras, retrasarlo una hora, para que encaje mejor en sus franjas horarias. Además, en el último año ha puesto especial ahínco en encontrar un promotor dispuesto a organizar un gran premio urbano en Miami.
Por lo que se ha sabido en las últimas horas, las negociaciones no han llegado a buen puerto y el plazo ya ha terminado. Por el momento, al menos en 2019, según han asegurado la revista Forbes -quienes gozan con una estrecha relación con Bernie Ecclestone-, solo habrá una carrera de Fórmula 1 en Estados Unidos.
Los eléctricos convencen a los estadounidenses
Mientras que la Fórmula 1 vive su particular intento de expansión la Fórmula E ya lo hizo hace tiempo. La presentación del monoplaza de la primera categoría mundial 100% eléctrica fue en Las Vegas y su relación con el país fue bastante buena desde el principio.
El de Nueva York, junto al ePrix de Londres y al de Paris son los tres "goles" que la Fórmula E ha colado a la Fórmula 1, y sobre todo a la gestión de Ecclestone. El británico intentó llevar la F1 a estos tres lugares, y no lo logró.
Este año repite doble cita en Nueva York para cerrar su cuarta temporada, la última antes de la gran revolución que está por llegar el próximo año. Jean Éric Vergne y Sam Bird se juegan el título con veintitrés puntos de diferencia entre ellos.
Sin duda, la categoría de Alejandro Agag sabe cómo llamar la atención del público estadounidense que se espera que llene las gradas en Nueva York.
