El ataque terrorista que esta semana ha puesto en jaque a Alemania ha obligado a los gobiernos europeos a tratar de defenderse de un peligro que hasta hace un año ni se imaginaban. En esta lucha contra el terrorismo, la Fórmula E ha tomado la iniciativa.
En su primera temporada, hace ya dos años, la categoría de monoplazas eléctricos visitó Alemania. El abandonado aeropuerto de Tempelhof -ahora hogar para miles de solicitantes de asilo- acogió un e-Prix en 2014.
Si bien, la pasada temporada no pudo disputarse la carrera, dada la nueva utilidad que tiene el recinto, Alejandro Agag y su equipo volvían a Berlín -en este caso al centro. El material usado por la organización para la primera carrera seguía apilado en la capital alemana y tras los recientes incidentes han cobrado una gran importancia.
Los bloques de hormigón que, en su momento, sirvieron para delimitar el circuito, han sido trasladados a los mercados navideños berlineses. De ahora en adelante, servirán de protección a los alemanes ante posibles ataques futuros que la policía seguro tratará de evitar.
Una vez más, el mundo del motor demuestra que está a la altura de las necesidades de la sociedad y dispuesta a colaborar en lo que sea necesario. Nuestro más sincero pésame a las familias a afectadas.