La tecnología inunda cada vez más aspectos de la conducción, con una creciente preocupación por la seguridad en donde las ayudas electrónicas pretenden ser la solución definitiva a los accidentes de circulación, aspirando al escenario soñado donde éstos sean una cosa del pasado de aquí a dos décadas.
La japonesa Nissan es una de las marcas que quiere estar en la punta de lanza de esta corriente, y para ello acaba de presentar dos nuevas teconologías que verán la luz en 2010 y que tienen la función de ayudar al conductor a mejorar la trazada en curva, haciendo que ésta sea más suave y segura.
El funcionamiento de estos sistemas se basa en la sincronización de la navegación, la gestión del motor, los frenos y la dirección. Esta tecnología inteligente frenará el coche a la entrada de los giros y, en base a los datos aportados por el GPS, ayudará en el proceso de aceleración en el momento justo.
Los datos del GPS también se utilizarán para mejorar la conducción en tramos de muchas curvas, como la bajada de un puerto por ejemplo, y en estas circunstancias entra el juego la segunda parte de este invento, el ASA, o Asistente Activo de Estabilidad.
El ASA controla de manera individual el par motor y la cantidad de fuerza de frenada que se manda a cada rueda, de manera que el conductor puede sentir mucho más control de la situación a la vez que mejora la suavidad de las reacciones.
A falta de comprobar la realidad práctica de un sistema tan intrusivo en la conducción yo creo que esta nueva tecnología será un primer paso para que la tecnología ayude de verdad a combatir el mal endémico de los accidentes. Falta precisión por parte del GPS y un software más inteligente y adaptable para que su utilidad sea definitiva.
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