Transporte y movilidad viven una revolución jamás vista anteriormente. Esa transición se fundamenta en la llegada de nuevas tecnologías de motorización eléctricas y la próxima consolidación de la conducción autónoma. Existe, además, una tercera variable impulsora de ese cambio. El concepto de propiedad en los vehículos está evolucionando.
En este panorama, surgen fórmulas que se adaptan a las necesidades de los conductores de este siglo. Las conocemos ─y ya las tenemos interiorizadas─ por los términos británicos de carpooling o carsharing. Sin embargo, no son las únicas ni las más ventajosas. Fabricantes como Volkswagen, conscientes de las ventajas indudables de este fenómeno, van un paso más allá lanzando propuestas como our renting en la que nos detendremos más adelante.
La nueva vida del homo sharing
Pero no nos engañemos, compartir es una faceta original del ser humano: compartimos experiencias con nuestros seres queridos, compartimos espacio público, compartimos pisos de estudiante, compartimos toneladas de información a diario en redes sociales. No hay nada nuevo en ello. Lo crucial es perfeccionar los modelos que utilizamos.
De hecho, el lado más beneficioso de la tecnología se está encargando de dinamitar la concepción del individuo como ente aislado que basa su desarrollo en sus propios recursos gracias a fenómenos como el de la economía colaborativa. Igualmente, hemos empezado a adquirir productos online siguiendo las recomendaciones de otros usuarios; contratar servicios a través de Internet en base a su proximidad geográfica con nosotros; o instalar apps en nuestros móviles de compra-venta entre particulares con todo tipo de opciones de personalización.
El coche no iba a ser menos: "Felices los tres"
Era solo cuestión de tiempo que esta nueva tendencia llegase al concepto de propiedad. El germen se inició con las plataformas de coche compartido. El carpooling, modalidad por la que varios propietarios se turnan para compartir el vehículo con otras personas que realizan el mismo trayecto, cobró un nuevo sentido gracias a Internet y la conexión entre usuarios.
Algo similar ocurrió con el carsharing. Esta opción podría definirse como un microalquiler o alquiler por horas que ofrecen empresas especializadas y está demostrando ser eficaz para reducir el tránsito de vehículos y la contaminación derivada. Entretanto, el leasing (un arrendamiento financiero) o el renting (un alquiler a largo plazo) son soluciones que van en la misma línea de dar más libertad a los conductores. Se trata de fórmulas de éxito veteranas de las que se empezaron a beneficiar las flotas de empresas y que ahora se adaptan a los tiempos con una vuelta de tuerca en la propuesta de renting.
Volkswagen innova con una la modalidad our renting bajo el lema 'Felices los 3'. ¿Por qué ha de existir un coche para cada persona? ¿Acaso los mejores momentos de nuestras vidas no se los debemos a nuestros amigos y familias? ¿Por qué no compartir también un coche con uno de ellos y ser felices los tres (tú, tu amigo y el coche que os une)? Es la piedra angular de la iniciativa our renting, indicada para entornos urbanos. Esta permitirá disfrutar de un Volkswagen Polo Edition por tan solo 5 euros al día durante un año bajo un nuevo modelo de renting para dos.
El mercado adapta su oferta a las necesidades del conductor
Compartir ya no es una lección que enseñar a los más pequeños, es un valor social que ha llegado al mundo del automóvil. Algunos estudios coinciden en que, durante la próxima década, el transporte tal y como lo conocemos dejará pasó a una nueva etapa de multipropiedad muy activa y nuevos modelos de negocio. Así lo exponen el economista Tony Seba y el especialista tecnológico James Arbib en un informe 'RethinkX'.
La clave de toda esta revolución para los conductores estará en el precio. Pero no es preciso viajar al futuro para empezar a beneficiarse de cierto ahorro. Las nuevas fórmulas, como our renting, ya ofrecen esa posibilidad. Además, conjugan diferentes ventajas que se adaptan a la movilidad del siglo XXI.
La solución de Volkswagen permite compartir un Polo por 5 euros diarios por persona. Sin embargo, esta no es la única combinación posible. La cuota se puede también compartir entre ambos conductores del modo que mejor convengan, por ejemplo, que uno pague el 60% y el otro se haga cargo del 40%. La cantidad que corresponda a cada uno se cargará de forma individual. Del mismo modo, el titular del contrato tiene la posibilidad de cambiar en cualquier momento la persona con la que comparte cuota.
Otro detalle que conviene señalar es que, a diferencia de lo que ocurre con otros renting, el compromiso en el tiempo no tiene por qué extenderse mucho más que esos 12 meses. Y es que puede contratarse anualmente y llegar hasta cuatro años de duración. La fórmula pionera que introduce en el mercado español el fabricante alemán nos libra de pagar entrada por el vehículo,
El ahorro se incrementa aún más si tenemos en cuenta que dentro del precio van incluidos el seguro a todo riesgo a sin franquicia, mantenimiento, cobertura de averías, garantía, asistencia en carretera y gestión de multas e impuestos. Además, es factible ampliar las condiciones con extras como el cambio de neumáticos, la tarjeta de carburante o peajes.
El alquiler, mejorando el presente de la movilidad
En la actualidad, más del 20% del mercado del automóvil en España responde a la modalidad de renting, según datos de febrero de 2019 de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER). Todas las fuentes del sector coinciden que esta proporción seguirá en aumento.
De igual manera, la flexibilidad de condiciones que ofrecen propuestas como our renting están abriendo a los particulares esta fórmula por la que, hasta mediados de la presente década, se decantaban principalmente las grandes empresas. Al ya mencionado ahorro hay que sumar el beneficio que supone para la movilidad sostenible; al ofrecer un vehículo adaptado y personalizado para dos conductores reduce el tránsito y mejora la fluidez del tráfico.
Asimismo, la tecnología integrada en los nuevos vehículos contribuye también a una conducción más segura y placentera. Por ejemplo, el Volkswagen Polo que se ofrece en modalidad our renting reúne los últimos sistemas de asistencia en la conducción e infoentretenimiento. Admite la carga inalámbrica del smartphone e incluye conexión automática de luz de cruce, asiento del conductor regulable en altura, ajustes eléctrico y térmico de retrovisores exteriores, interfaz USB y Bluetooth.
En cuanto a seguridad vial, el modelo viene dotado de tecnología Front Assist con frenada de emergencia, detector de fatiga, asistencia para arranques en pendientes, limitador de velocidad, detección de peatones y control de neumáticos. Esto se gestiona a través del cuadro de mandos digital, una pantalla TFT a color de alta resolución de 10,25 pulgadas. Las opciones de infoentretenimiento, por su parte, se manejan a través de una segunda pantalla táctil de 6,5 pulgadas, desde la que, por ejemplo, operar con las apps de nuestro teléfono móvil, gestionar mensajes o incluso enviarlos a través del dictado de voz.
Son detalles que, gracias a la modalidad del renting compartido, podemos disfrutar al día. Es como si estrenásemos coches cada mucho menos tiempo. Pero ¿estarías dispuesto a compartir otras cosas o en formatos que hasta ahora parecían impensables? Fenómenos que podrían parecer increíbles a principios de siglo están demostrando ser instrumentos muy útiles a nivel global. El co-living es solo un ejemplo más de ello.
La clave reside en poder elegir con libertad qué compartir, con quién y qué reservarnos para nosotros. Lo que queda patente es que, en el caso concreto de la automoción, el renting está sirviendo para encaminarnos hacia una movilidad mejor.
Imágenes | Volkswagen e iStock/f11photo