La guerra de las motorizaciones se recrudece. Varias marcas están presentando versiones deportivas para los compactos de su gama, y Mercedes-Benz no quiere quedarse atrás
Según parece, los alemanes quieren plantar cara, y planea añadir las siglas AMG a su modelo más pequeño. Parece que el nuevo director del preparador alemán, Ola Källenius, ya ser ha puesto manos a la obra, con una fecha objetivo: septiembre de 2012.
Sobre la plataforma de la tercera generación del Mercedes Clase A, se pretende incorporar una motorización turboalimentada para dos litros de cubicaje, y tracción a las cuatro ruedas.
La intención es dotar al que posiblemente se llamará Mercedes-Benz A25 AMG de un cambio de doble embrague y seis marchas. En cuanto a la potencia, unos 325 CV es la estimación que los ingenieros consideran realista para llegar a rodar por nuestras carreteras.
Con la denominación interna W176, la renovación, que se espera sea presentado en el Salón de Shangai del próximo año, utilizará la plataforma MFA (Modularen Frontantriebs-Architektur), con dos objetivos, reducir costes y peso.
También se ha sabido, con respecto a la nueva generación de la Clase A, que los actuales motores de 1,5, 1,7 y dos litros gasolina, así como el 2,0 litros diesel, desaparecerán, por no ser compatibles con la MFA. En su lugar, se esperan propulsores turboalimentados de menor cubicaje.
Quedan muchas incógnitas por resolver, pero está claro que Mercedes-Benz está poniendo toda la carne en el asador, y puede ser un rival a tener en cuenta para los próximos dos años.
Nota: las fotos que acompañan a este artículo pertenecen al actual Mercedes-Benz Clase A.
Vía | Autocar
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