El agua moja y a estas alturas se sabe de sobra que a pocos fabricantes -que no sean chinos- les sale rentable el coche eléctrico. Algunos se tiraron a la piscina con grandes objetivos y se han dado el batacazo -hola, General Motors- y otros se mantuvieron en sus trece con el motor de combustión -como Mazda o Toyota-.
Otra marca que ha tenido que recular ha sido Ford, que hace poco reconocía, tras ver pérdidas astronómicas por cada coche eléctrico que fabricaba, que solo el coche híbrido les es rentable. Ahora el plan de la marca pasa por conseguir un coche eléctrico pequeño de 30.000 dólares "porque los coches eléctricos grandes nunca van a generar ganancias".
"Las baterías nunca serán asequibles"
Ford se está replanteando su estrategia en torno a los eléctricos al ver que los grandes SUV y pick-up que tantas alegrías les han dado en sus versiones de gasolina no les funcionan con baterías: "Nunca van a generar dinero", ha dicho el CEO de la marca, Jim Farley, en declaraciones recogidas por la CNN. Así que sus planes pasan por lanzar un vehículo totalmente eléctrico de 30.000 dólares en dos años y medio.
Será de tamaño pequeño y competirá, ha dicho el mandamás, con rivales como BYD o Tesla para que su dominio no se vea reducido a los Estados Unidos. "Hay que hacer un cambio radical para llegar a tener un vehículo eléctrico rentable. Lo primero que tenemos que hacer es destinar todo nuestro capital a vehículos eléctricos más pequeños y asequibles", ha recalcado Farley.
Y a pesar de la bajada de precios en los paquetes de baterías, la firma del óvalo cree que "nunca serán asequibles" y habla de un coste de 50.000 dólares en modelos Super Duty o vehículos que requieren paquetes de baterías enormes para alcanzar una autonomía de 800 kilómetros. "Estamos enamorados de estos vehículos gigantescos, y yo también los amo, pero el problema principal es el peso", ha dicho Farley.
Según el último informe sobre tendencias en baterías de la Agencia Internacional de Energía, la demanda de baterías para vehículos eléctricos alcanzó más de 750 GWh en 2023, un 40 % más que en 2022. Y más baterías significa extraer y refinar mayores cantidades de materias primas críticas, como el litio, el cobalto o el níquel: en 2023, la oferta de cobalto y níquel superó la demanda en un 6,5% y un 8%, y la oferta de litio en más del 10%, lo que redujo los precios de los minerales críticos y los costos de las baterías.
En concreto, los precios del cobalto, el grafito y el manganeso cayeron por debajo de su promedio de 2015-2020 a finales de 2023. Esto provocó una caída de casi el 14 % en el precio de los paquetes de baterías entre 2022 y 2023. Por ejemplo, solo la batería de un modelo de lujo como el Cadillac Escalade IQ (que parte de los 130.000 dólares) cuesta 22.500 dólares. Más del 17 % del precio del vehículo. En un Tesla Model 3 ronda los 12.000 dólares, mientras que en una pick-up RAM 1500 el paquete de baterías puede llegar a los 26.000 dólares. Todo depende de la química de la batería y del tamaño, claro.
Las celdas de batería de litio, níquel, cobalto y óxido de aluminio (NCA) tienen un precio promedio de 120 dólares/ kWh, mientras que las de litio, níquel, cobalto y óxido de manganeso (NCM) tienen un precio ligeramente más bajo, de 112 dólares/kW.
Sea como sea, buena suerte para Ford en su tarea de hacer que los estadounidenses "vuelvan a enamorarse de los coches pequeños".