En qué se fija la gente normal al comprar un coche y en qué nos fijamos los apasionados del Motor
Hay diferentes formas de entender el automóvil y no por ello unas son mejores que otras, simplemente son diferentes. Si nos vamos a los extremos en uno de ellos tendremos a los apasionados del motor y en el opuesto a aquellos que piensan en el coche como una simple herramienta para su transporte.
Si estás leyendo estas líneas es muy probable que pertenezcas al primer grupo o, al menos, te encuentres más identificado con él. Si es el caso siento decirte que perteneces a una minoría… o enhorabuena por pertenecer a esa minoría. Pero no sé si alguna vez te has parado a recapacitar y a observar sobre lo que valora en los coches esa mayoría a la que no pertenecemos.
Seguro que tienes muy claro lo que valoras en un coche y también estoy seguro de que no es lo mismo que valoro yo o mi vecino de al lado, al que también le gustan pero no está al día de toda la actualidad del automóvil. Cada uno tenemos nuestras prioridades, aunque en función de tu nivel de frikismo antepondrás unos aspectos u otros.
En cualquier caso hay unos básicos que todo amante de los automóviles quiere o busca en su futuro coche, otra cosa es que pueda permitírselo por precio o por necesidades incompatibles. Por ejemplo, puedes ser un enamorado de los biplaza, pero si sois cuatro en la familia y sólo puedes tener un coche no parece que sea la elección más lógica.
Los básicos para los amantes de los coches
Si estos artefactos de cuatro ruedas te despiertan sentimientos, lo más probable es que entre tus prioridades a la hora de comprar coche esté el tipo de motor, valorarás potencia, par, consumo, cilindrada, tecnología, etc. También el tipo de caja de cambios es importante, como el diámetro de las llantas, el perfil y grosor de los neumáticos, el equipo de frenos o los sistemas de seguridad principales.
Seguro que antes de comprar preferirías probar el coche, al menos si es posible, para comprobar cómo va de dirección, su estabilidad, rumorosidad mecánica y, en general, tener una pequeña idea de su comportamiento dinámico y del tacto del motor. Aunque tampoco dejarás de lado la calidad general percibida, la comodidad del asiento del conductor y, dependiendo de tus necesidades, las plazas traseras y el maletero.
También es muy probable que, cuando estés ante uno de los candidatos, tengas bastante claros los datos principales del vehículo. No quiero decir que te sepas de memoria todas sus motorizaciones, cifras y prestaciones, pero sí al menos seguro que sabes el tipo de motor, cambio y algo de información general del modelo. Que sepas que eso es muchísimo comparado con ese posible comprador del lado opuesto que hemos comentado.
Lo importante para el comprador medio
Recientemente he vivido una experiencia que me ha permitido conocer de primera mano lo que la gente normal mira en un coche, ya sea por cotillear o porque tiene cierta o mucha intención de compra. Y de entre todo lo que se puede mirar en un coche, lo primero que hace la gran mayoría es abrir el maletero para ver su capacidad y levantar la alfombrilla del piso para ver si lleva rueda de repuesto y cómo es ésta.
Da igual si el interesado o interesada tiene 18, 20, 30 o 60 años o si se trata de una berlina, un monovolumen o un utilitario de menos de cuatro metros de largo, el primer acercamiento al coche con diferencia es por el maletero. Luego el interés en el caso de los más jóvenes se focaliza en las pantallas multifunción, algo que los mayores por norma general ni se atreven a mirar.
El siguiente punto es el puesto de conducción, pero son pocos los que se ajustan a su gusto los diferentes reglajes, se mira más la estética y la sensación de empaque. Es decir, se puede dar el caso de gente que se compre un coche sin saber si se encuentra cómodo al volante y sin saber siquiera cómo son los ajustes del asiento o volante a pesar de haber estado sentado en el puesto de conducción un buen rato mirando hacia el cuadro de instrumentos. Por cierto, los mandos en el volante llaman mucho la atención, mucho más que los mandos satélites en la columna de la dirección.
El siguiente punto a evaluar ya varía y no es tan genérico, unos se decantan por las plazas traseras, otros ya entran en materia en busca de información concreta sobre el coche. Y esa información también varía, pero se centra en cinco preguntas principales: si es gasolina, si hay híbrido, cuánto consume, si tiene para reproducir la música desde el teléfono y cuántos airbags tiene.
La potencia es secundaria en la mayoría de los casos, como los sistemas de seguridad preventiva (en realidad creo que principalmente es por desconocimiento) o el comportamiento dinámico del vehículo. De hecho hay no pocos casos en los que, pudiendo probar el vehículo, descartan esta oferta porque les parece innecesario realizar una prueba de conducción.
Un detalle que me ha llamado mucho la atención es que dentro de las personas que menos saben de coches hay una preocupación muy grande con los diésel. No los quieren, pero no por ese típico sentir general de que son más caros y se rompen más, sino por el famoso tema de las emisiones que empezó con Volkswagen y ahora ha implicado a más marcas. Quizá Volkswagen no haya caído en ventas en España, pero sí parece que las ventas de diésel pueden verse reducidas en un futuro próximo.
En fin, el caso es que si te gustan los coches seguro que más de una vez algún conocido te ha pedido consejo a la hora de elegir coche, quizá con esto que te he contado puedas detectar más concretamente las prioridades de tu amigo y asesorarle mejor la próxima vez.