La autoridad competentes de China en materia de competencia --NDRC-- acusa de prácticas monopolísticas a Audi, Chrysler y 12 proveedores japoneses no identificados. Concretamente, acusan de pactar y fijar precios de coches y recambios para aumentar sus márgenes de negocio y por tanto sus beneficios.
Según la ley antimonopolio vigente, de hace seis años, las multas van del 1 al 10% de los ingresos del año fiscal previo, y eso es muchísimo dinero. La NDRC considera que se están llevando márgenes muy altos en su mercado, refiriéndose a modelos de importación, no de fabricación local.
En el contexto de este anuncio, FAW-Audi anunció a finales de julio que bajaría los precios de recambios hasta un 38%. Chrysler hizo lo propio con 145 referencias, que bajarán un 20%. A su vez, Jaguar Land Rover anunció el mes pasado una rebaja media de 200.000 yuanes (unos 24.300 euros) en tres modelos de importación.
Visto lo visto, parece que algo de margen extra sí se estaban llevando. La NDRC quiere un castigo ejemplar para que otros fabricantes tomen nota. También se quejan de los elevados precios, hasta el triple que en EEUU, a lo que los fabricantes responden que es por los impuestos y las tasas que les imponen.
Otras marcas como BMW y Mercedes-Benz están en el punto de mira por los mismos cargos. No solo afecta al automóvil, en alimentación ya han puesto paquetes millonarios a empresas como Danone, Qualcomm espera el suyo, Microsoft está siendo investigada... ¿Quién está abusando de quién?
Fuente | Reuters