Hace bien poco hablábamos sobre que el propietario de Faraday Future aseguraba algunos problemillas financieros de la startup automovilística, y no hemos tardado en recibir un segundo plato de crisis. Antes incluso de que su primer vehículo comercial sea presentado en el Consumer Electrics Show (CES) a principios de enero, Faraday Future ha visto paralizadas las obras en su megafactoría de Nevada.
Las multimillonarias instalaciones que la compañía con capital chino estaba preparando han sido detenidas. Los rumorología ha sido confirmada mediante un comunicado de AECOM, la empresa constructora encargada del proyecto, a Jalopnik.
Faraday Future comenzó los trabajos de su factoría de mil millones de dólares al norte de Las Vegas a principios de año. Hasta la fecha, hemos completado la todo el trabajo de preparación.
En este momento, Faraday Future está ajustando temporalmente su programa de construcción con la intención de reanudar los trabajos a principios de 2017. Seguimos totalmente comprometidos con nuestro cliente y con nuestros empleados que trabajan en este proyecto, y esperamos con interés terminar con éxito las obras.
¿Es tan difícil hacer un presupuesto?
Con este comunicado se confirma que algo pasa, y los rumores apuntan a que Faraday Future acumularía ya una deuda de 21 millones de dólares con AECOM. Supongo que será un parón temporal que debería resolverse mediante el pago (o el compromiso de pago) de la deuda, pero si no se llega a un acuerdo entre las partes, podría venirse abajo todo el proyecto.
Todo esto viene detrás del abandono de seis empleados importantes al frente del proyecto de Faraday Future, y de momento no han vendido un solo coche. Lo único tangible que tienen ahora mismo es un concept car no funcional y un prototipo que anda de paseo bajo un intenso camuflaje.
Las instalaciones proyectadas por Faraday Future son un proyecto megalómano que vendría a soportar todo el peso productivo de la marca. Es decir, son un requisito necesario para que la empresa produzca y pueda vender sus vehículos. Como si nadie hubiera caído en la cuenta que sólo con unos bocetos, una idea fantástica y el auge de los vehículos eléctricos fuera suficiente para asentarse en la industria.
Detrás de todo eso hay que establecer un entramado logístico y productivo que parece haberles cogido por sorpresa una vez que se han puesto a poner ladrillos y cemento. ¿Son capaces de diseñar de cero un coche que va a reinventar la rueda y nadie ha hecho un presupuesto realista?