El año 2019 cerró con un otro descenso de las ventas de coches diésel nuevos, que alcanzaron una cuota de mercado del 27,9% (casi un 8% menos que en 2018), deparando a su a vez una tesitura poco halagüeña en lo que a emisiones de dióxido de carbono (CO₂) se refiere.
Y es que de acuerdo con datos de la consultora MSI para Faconauto, la patronal de concesionarios españoles, la media de CO₂ emanada de los vehículos nuevos vendidos en España en 2019 se situó en 118 gramos por kilómetro recorrido, lo que se traduce en un ligero crecimiento del 0,8% respecto a 2018 que aleja más a los fabricantes de los objetivos marcados por Europa.
Unas emisiones en España por las que SEAT pagaría 10.638.290 euros
Hablamos de la normativa Euro6 d, que entró en vigor este mismo año y lo cambiará todo para apretar las tuercas aún más a los fabricantes estableciendo no solo unos límites de emisiones aún más estrictos (120 y 90 gr de CO₂/km para diésel y gasolina), sino también un máximo por media de ventas y las consecuentes sanciones para aquellos que lo incumplan.
A partir de ahora, la cifra media de emisiones de cada marca tendrá que tener como tope un valor de 95 gramos de CO₂ por kilómetro sobre el total de las unidades vendidas. A su vez, el Reglamento (UE) 2019/631 del Parlamento Europeo y del Consejo establece que por cada gramo de CO₂ de exceso en la media de emisiones de cada marca se tendrán que pagar 95 euros por cada unidad comercializada.
Es decir, si atendemos al promedio de emisiones del conjunto de vehículos de nueva matriculación puestos en circulación en todo el país durante el año pasado, sector del automóvil excede por unidad en 23 gramos de CO₂ el límite establecido desde Bruselas. Sin embargo, los 118 gramos de CO₂ siguen situando a España por debajo del conjunto de Europa, que a falta de los datos definitivos anticipó una media de 120,4 g/km de CO₂.
En cuanto a las Comunidades, Aragón fue la comunidad con una media de emisiones más elevada con 123 g/km de CO₂ -excluyendo a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla-, mientras que Extemadura y Galicia se situaron en las antípodas con 117g/km de CO₂.
Por contextualizarlo, si extrapolásemos los datos generales a SEAT, la firma que terminó el pasado ejercicio como líder de ventas en nuestro país con 111.982 unidades, la sanción económica impuesta ascendería a 10.638.290 euros. Si bien este es solo un ejemplo aplicando las emisiones globales a SEAT, las multas totales estimadas para las marcas en base a los datos actuales se cifran en 36.000 millones de euros.
No obstante, hay que tener en cuenta que la legislación contempla ciertas excepciones más condescendientes para, por ejemplo, los vehículos con menos de 50 g de CO₂/km, que contarán doble en el cómputo global (en 2020, en 2023 ya no); abrir la posibilidad de comprar los 'derechos de CO₂', tal y como hizo Fiat Chrysler Automobiles con Tesla; las exenciones para los los fabricantes que vendan menos de 300.000 vehículos al año en Europa; la remisión de la condena para aquellos cuya cifra de ventas sea inferior a 1.000 unidades al año; o el doble rasero en la vara de medir con el que se beneficiará a los SUV en detrimento de los coches pequeños, entre otros.
Faconauto cree necesario que la mitad de las ventas de este año sean diésel
¿Por qué sucede todo ello? Resumiendo grosso modo, la nueva norma europea es consecuencia del aumento de los índices de CO₂ provenientes del sector del automóvil, una tendencia que comenzó en 2016 y repuntó en 2017 en el Viejo Continente consecuencia de la pérdida de popularidad de los coches gasóleo tras el escándalo del Dieselgate y al ser señalados por gobiernos y administraciones como enemigos de la salud pública por emitir más NOx que los gasolina.
En el caso particular de España, llevamos tres años de subida consecutiva, ya que en 2017 se registró una media de 116 g/km de CO₂ (+1g/km) y en 2018 de 116,75 g/km de CO₂ (+0,75), antes de experimentar el último repunte en 2019.
No hay que olvidar que las emisiones CO₂ son las principales causantes del llamado efecto invernadero y, por tanto, del calentamiento global. Y es que, aunque que todos los coches emiten CO₂ en su ciclo de vida, los coches de gasolina están más ligados a las emisiones de estas partículas que los de gasóleo, mientras que estos últimos se asocian más que los primeros -que no únicamente- a los óxidos de nitrógeno (NOx), más perjudiciales para la salud.
Ante estos hechos y un contexto en el que solo el 12% de las ventas corresponde a modelos de mecánica alternativa, Faconauto ha reiterado, una vez más, la necesidad de reimpulsar las ventas de vehículos de gasóleo para que los fabricantes puedan cumplir con los objetivos de emisiones impuestos por Europa.
La organización considera que, para ello, "los vehículos diésel tendrían que volver a representar cerca del 50% del mercado, mientras que las ventas de eléctricos deberían triplicarse". Una afirmación mucho más alarmante que su propia valoración de octubre de 2018, cuando cifró en un 20% la cuota de mercado que deberían acaparar los coches diésel para lograr lo estipulado.
Desde los concesionarios se insiste en que los vehículos diésel de última generación pueden jugar un papel importante para reducir las emisiones de CO₂ y alcanzar los objetivos climáticos y la descarbonización del transporte en el futuro cercano, según Marta Blázquez, vicepresidenta Ejecutiva de la patronal, quien cita al país del sol naciente como ejemplo:
Así lo han entendido por ejemplo en Japón. Su Gobierno está concediendo ayudas directas para la adquisición de vehículos diésel. Entienden que, en este periodo de transición hacia la descarbonización de la movilidad, puede ser un aliado contra el efecto invernadero.
A la espera de las acciones del Gobierno
Asimismo, Blázquez ha demandado retomar "urgentemente los trabajos desarrollados por el Gobierno junto al sector en la última legislatura. Por ejemplo, el Pacto Estratégico de la Automoción y, particularmente la puesta en marcha de fórmulas que impulsen las nuevas formas de movilidad más sostenibles", ha espetado.
"Estamos en un año clave. Hay temas urgentes que abordar desde el arranque de esta legislatura. Tiene que haber una renovación del parque y, en paralelo, incentivar la demanda del vehículo de bajas emisiones. Para reactivar todo esto esperamos poder sentarnos para decidir próximos pasos con el nuevo Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico", añade la directiva.
Por su parte, el Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, ha comenzado ya a trabajar en esta dirección y hace tan solo unos días decretó el estado de Emergencia Climática en nuestro país y anunció que quiere que todos los municipios de más de 50.000 habitantes tengan su Madrid Central.
Paralelamente, el Ejecutivo está estudiando las figuras fiscales con el objetivo de eliminar las subvenciones e incentivos existentes a los combustibles fósiles. "En línea con nuestro compromiso con el G20, no habrá nuevos subsidios a combustibles fósiles y revisará los que ya existen", avisó Teresa Ribera, vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
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