En 1913, un pequeño anuncio apareció en un periódico londinense. Un hombre llamado Ernest Shackelton buscaba hombres para emprender un viaje "largo, peligroso y mal pagado". Y los encontró (a 26 nada menos). El legendario explorador pasó a la historia tras realizar, hace un siglo, una hazaña trans-antártica que lo convirtió en el primer hombre en cruzar la Antártida de punta a punta pasando a través del polo.
Ahora, 100 años después, su bisnieto se ha embarcado en una aventura junto a Hyundai en la que ha recorrido casi 5.800 km en condiciones extremas y a bordo de un Santa Fe por un terreno absolutamente helado. El mismo terreno que pisó su bisabuelo durante su expedición, pero sobre ruedas.
Un siglo para completar el viaje
Patrick Bergel, bisnieto de Shackelton (1874-1922), se ha convertido en la primera persona en conducir un coche de pasajeros a través de la Antártida; para ser más exactos, un Hyundai Santa Fe a lo largo de 5.800 kilómetros. Bergel y su equipo cruzaron la Antártida en una ruta de 30 días, atravesando el continente desde Union Camp hasta McMurdo, y completando el viaje que Shackleton realizó entre 1914 y 1917.
"Había una brújula, pero no era segura y las primeras ediciones, memorias y demás no eran muy amigables con la Antártida."
No sólo tuvieron que cubrir distancias extremas a temperaturas de hasta menos -28 ºC, sino que tuvieron que trazar nuevas rutas en las capas de hielo que nunca antes habían sido recorridas por un vehículo. Aunque Bergel no es un explorador polar, jugó con 'cierta' ventaja respecto a su bisabuelo, claro.
El viaje de Shackelton, bautizado como Expedición Imperial Transatlántica, se vio truncado cuando su nave, la Endurance, quedó atrapada en el hielo. Los exploradores estuvieron aislados más de dos años (¿te lo puedes imaginar?), pero el explorador y cinco hombres navegaron 800 millas en mar abierto hasta Georgia del Sur, donde se pudo lanzar un rescate.
"Las personas que tienen mucha experiencia en la Antártida saben lo que hace a la maquinaria: básicamente, todo y todo se desmorona. Incluso las grandes máquinas se agrietan y se deshacen".
Hyundai ha querido rendirle homenaje con esta expedición, en la que el equipo viajó desde Union Glacier hasta el Polo Sur, luego siguió el glaciar Leverett y las montañas transantárticas, pasando por el volcán Mount Erebus, hasta la plataforma de hielo Ross y McMurdo.
El viaje se planificó cuidadosamente por GPS y las ubicaciones de áreas peligrosas potenciales fueron revisadas en reuniones detalladas con expertos y responsables de Hyundai en Union Glacier antes de la salida de la expedición, aunque aún aguardaban una gran cantidad de trampas en el camino.
Un bonito homenaje a una de las principales figuras de la Edad heroica de la exploración de la Antártida.
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