Llegamos a la recta final del campeonato y la mayoría de equipos ya comienzan a mirar con preocupación sus mecánicas. En el caso de Red Bull, todos los ojos de los ingenieros y del departamento técnico se fijan en las cajas de cambios de los RB9 que durante el pasado Gran Premio de Italia ya mostraron algunas debilidades e incluso pusieron en peligro la carrera de Mark Webber.
Adrian Newey comentó después de la carrera que habían detectado una pérdida de presión, pero todo tuvo peor pinta cuando se abrió bajo supervisión de la FIA para su revisión. Los engranajes se encontraban dañados, un separador de carbono se había esfumado por “arte de magia” y una tubería de aceite se encontraba seriamente afectada. Según miembros del equipo, fue un milagro que el australiano pudiera cruzar la meta en Monza.
Ahora, en Singapur, las cajas de cambios de los Red Bull llegan al final de su ciclo de vida, precisamente el momento más delicado. El equipo quería probar durante el viernes para saber más sobre dicho problema, pero tras ver el estado de la caja de cambios se ha optado por la prudencia. Recordemos que este trazado urbano es uno de los más exigentes con la transmisión, por lo que no sería descartable que veamos algún problema más durante el fin de semana, también en el coche de Sebastian Vettel. Seguro que más de uno en Maranello está rezando a San Francisco de Asís para que el campeonato siga vivo una carrera más
Vía | AMuS
