Es de alabar que un equipo privado trate, año tras año, de luchar contra los todopoderosos equipos oficiales en la categoría LMP1. Ese es el caso de Rebellion Racing. La estructura anglo-suiza dirigida por Bart Hayden, es, sin lugar a dudas, el mejor equipo privado de la categoría y aunque no pueda con los Peugeot, Toyota (con quien tienen un acuerdo para el suministro de motores), Audi o Porsche, sigue en la brecha.
Pero el año que viene, Rebellion quiere dar un paso adelante ya que ha decidido desarrollar su propio LMP1 en colaboración con Oreca. La mejor forma de jubilar sus Lola B12/60 y la mejor forma de demostrar que son una alternativa en todos los sentidos a los oficiales. Hoy la noticia es que Rebellion Racing contará con dos unidades de su LMP1, el R-One, tanto en el WEC como en las 24 horas de Le Mans. Savia nueva, y necesaria, para una categoría que estará en boca de todos gracias al regreso de Porsche.
