Timo Glock ha calificado su primer podium conseguido hoy en el Hungaroring como "increíble", pero a tenor de la carrera que ha hecho hoy el alemán en el trazado húngaro, el podium de Timo tiene mucho de trabajado y merecido, y un poco menos de "increíble".
La verdad es que Timo Glock estaba haciendo una temporada tirando a mala, y quizás su mejor carrera hasta la fecha estaba siendo precisamente la pasada en Hockenheim, que acabó contra el muro de la recta de meta. Pero en Hungría, y desde los primeros entrenamientos, Timo Glock parecía otro, un piloto rápido y sólido que se presentaba como la alternativa a los McLaren y los Ferrari en este circuito.
Efectivamente, Timo Glock ha marcado hoy un ritmo que poco tenía que envidiar al de los pilotos de delante. Vale que el ritmo de Felipe Massa y Lewis Hamilton no estaba a su alcance (recordemos que lleva un Toyota), pero Heikki Kovalainen no fue capaz de escaparse más allá de los 4 segundos en las casi 20 primeras vueltas del primer stint de Timo.
En el segundo stint, la diferencia con el que al final sería el ganador del Gran Premio ha rondado en todo momento los 5 segundos, e incluso Timo ha tenido que entrar a boxes viendo como Felipe Massa salía de su última parada justo delante suyo y le hacía perder comba con Kovalainen. De todas formas, tampoco le quedarían demasiadas vueltas de combustible.
Sólo con los neumáticos super blandos en su último stint, Timo Glock ha mostrado debilidad, aunque claro, qué se podía esperar cuando te persigue el Ferrari del Campeón del Mundo. Pese a todo, ni con esas ha perdido la segunda plaza en beneficio de Kimi Raikkonen, siempre sabiendo que si no cometía ningún error, en lo que se ha centrado a la perfección, Raikkonen no podría pasarlo.
Una gran actuación de un piloto que estaba empezando a ser cuestionado por el siempre complicado entorno de la Fórmula 1. Sí, si Hamilton y Massa no hubieran tenido problemas, Glock hubiera sido 4º, pero vaya, al fin y al cabo, para mi este podium tiene mucho más valor que los que se lo encuentran por un Safety Car. Y no me cansaré de repetirlo: ¡que lleva un Toyota!
