Desde Brasil 2004 un Williams no gana una carrera del mundial. Juan Pablo Montoya fue el último vencedor y Pastor Maldonado es el piloto mejor colocado hoy para tratar de traer una nueva victoria al equipo, uno de los más laureados de la historia de la F1, y justo en el fin de semana en el que se celebran los 70 años de su jefe de filas, Frank Williams.
Sea como sea esta carrera, en la que, por cierto, vamos a ver de todo tanto en la cabeza, como en el medio de la parrilla como al final de la misma, Pastor Maldonado ha demostrado que la pole position no fue una casualidad. Bueno, si no hubiesen penalizado a Hamilton no sería pole position, pero sí el más rápido del resto. Es decir, que estar hoy en los primeros puestos, en la primera fila del Gran Premio, es mérito de Maldonado y también, por supuesto de Williams F1.
La ilusión de los miles de seguidores de Williams F1 sería que hoy, Pastor Maldonado subiese a lo más alto del podium. Entraría en los anales de la historia de la F1 como el primer venezolano, en un Williams ocho años después, y en casa de Fernando Alonso que saldría segundo. El momento épico estaría culminado por el emocionado regalo a Frank Williams en un fin de semana redondo.
Esta fue la última vez que un Williams venció en un Gran Premio. “Abrace si quiere, llore si quiere”. Juan Pablo Montoya dejaba el equipo con una victoria, los comentaristas estallaban en júbilo. ¿Puede ser hoy el día en que todo vuelva a dónde tenía que estar?
