Es bastante habitual oir a los pilotos justificarse por esas décimas perdidas en su vuelta por un poquito de sobreviraje aquí, un pelín de tráfico allá, o sencillamente porque las gomas no han alcanzado su temperatura de funcionamiento óptima, pero en la sesión clasificatoria de este mediodía en Silverstone ha habido multitud de problemas mecánicos de lo más diversos.
Para empezar, Robert Kubica ha tenido que abortar su primer intento de vuelta rápida en la Q3 por notar unos problemas en la trasera del coche que ya notó el viernes, y el equipo no ha tenido tiempo suficiente para evaluar y solucionar el problema, por lo que se ha quedado sin marcar registro en la Q3. Otra de las sorpresas negativas ha sido Felipe Massa, que por problemas al fijar la rueda trasera derecha de su Ferrari no ha podido ni iniciar su segundo intento en la Q3.
Además, David Coulthard se quedó fuera de la Q3 porque un problema con una fuga de aceite en su motor en la sesión de libres de la mañana no le permitió reglar adecuadamente el coche para la calificación. Los dos Toyota se quedaron también fuera de la Q3, el de Glock con problemas para hacer funcionar sus gomas, y el de Trulli porque vistas las dificultades con los reglajes, se la jugó reglando su Toyota para condiciones de lluvia, por lo que mañana podría ser uno de los mejor preparados en caso de agua.
Nico Rosberg ni tan siquiera pudo pasar la Q1 con serios problemas en la suspensión de su Williams, que hacían que el coche "fuera saltando por todos los lados" al tomar las curvas. Menuda carrera le espera mañana. Finalmente, Giancarlo Fisischella se quejó, para colmo, de problemas en su nueva aleta de tiburón. En fin, que entre los diversos problemas y el viento, ha quedado claro que Silverstone es un circuito donde todo tiene que estar en su sitio para lograr buenos resultados.