Debo reconocer que me pirra el grado de desarrollo tecnológico que rodea todo lo que envuelve a la Fórmula 1. Todavía no acabo de creerme del todo que los proveedores de combustible adapten el mismo a cada uno de los circuitos en función de los requerimientos de cada trazado, y me deja más sorprendido todavía saber que se puede llegar incluso a perfeccionar el combustible para hacer más efectiva una estrategia u otra en una misma carrera (es el caso de la estrategia a 4 paradas de Michael Schumacher en Magny Cours 2004, en la que Shell contribuyó con un combustible que optimizaba esos relevos rapidísimos y cortos).
En el caso que nos ocupa, es el aceite empleado por los McLaren MP4-23, el nuevo lubricante de Mobil 1 estrenado en Silverstone, denominado NewTechnology, el que según nos explican desde McLaren y Mobil 1, permitió que los monoplazas de la escudería británica pudieran ir más rápido que de costumbre en el pasado Gran Premio de Gran Bretaña disputado en Silverstone.
El motivo principal de este incremento de prestaciones es la baja viscosidad del aceite, que al mismo tiempo es capaz de garantizar una buena película que mantiene los mismos niveles de lubricación necesarios para que el motor no sufra un desgaste excesivo. Esa menor viscosidad es la que a la postre permite que los elementos en el interior del motor encuentren menor resistencia al movimiento, y puedan desarrollar su función de una manera más rápida. De este modo, el motor es capaz de entregar más potencia y mejorar alguna decimilla el tiempo por vuelta.
Puede que este tipo de desarrollos sean de muy pequeña escala, pero es curioso que las escuderías que siempre son mucho más detallistas en todo esto son las punteras, que saben que no pueden dejar escapar ni una milésima de segundo en esta lucha tecnológica. Eso es trabajar al límite, y el límite siempre enseña el camino del progreso.
Vía | The F1