El Gran Premio de México se presentaba como la última gran oportunidad de Sergio Pérez para salvar una temporada que está siendo terrible, pero no acabó demasiado bien. El mexicano hizo una gran salida, pero al llegar a la primera curva intentó una maniobra suicida en la que chocó contra Charles Leclerc. El Red Bull terminó destrozado y Pérez fuera de carrera.
Lo más grave ocurrió después. En una de las gradas del Autódromo Hermanos Rodríguez varios fans de Sergio Pérez la emprendieron a puñetazos contra cualquiera que llevase una camiseta roja de Ferrari, aunque también fuesen mexicano. Y es que alguien les hizo creer que Pérez podía ganar un mundial de Fórmula 1, y ahora están muy enfadados.
Pelea, abucheos y amenazas de barricadas en las gradas de México
Sergio Pérez quiso ganar el Gran Premio de México en la primera curva y le salió mal. El héroe local quedó fuera de carrera después de solo una vuelta para decepción de la parroquia que había llenado el Autódromo Hermanos Rodríguez. Después de una temporada de promesas incumplidas, este accidente fue la puntilla.
En las gradas varios aficionados de Pérez la emprendieron a puñetazos y patadas contra otros fans que llevaban merchandising de Ferrari, cabe presumir que porque consideraban a Leclerc culpable del accidente. Algunos de estos altercados incluso fueron grabados en vídeos muy desagradables.
Fue la puntilla a un Gran Premio en el que ya antes de empezar se había amenazado con que habría barricadas para impedir que Max Verstappen entrase al circuito. En Austin ya abuchearon al campeón, y en México, aunque trataron de disimularlo por TV, se repitieron esos abucheos. Y es que los fans de Sergio Pérez están muy enfadados.
Enfadados porque alguien les prometió un imposible, que Sergio Pérez podía ganar un mundial de Fórmula 1. Cuando ese globo se fue pinchando, en lugar de asumirlo, llegaron las teorías de la conspiración, la patada hacia adelante de nuestros tiempos. Y no solo en Latinoamérica, sino que también en España se les dio pábulo.
"Verstappen lleva un coche distinto al de Sergio Pérez por contrato", se llegó a afirmar por contrato en tertulias españolas. Algo completamente imposible en la Fórmula 1 actual, tanto a nivel económico como legal, pero una teoría de la conspiración muy fácil de vender. Órdenes de equipo, sabotajes... todo vale para justificar lo injustificable.
Ve este pedo JAJAJAJA pic.twitter.com/SjIMY0uFtr
— 𝗿𝘂𝗯𝘀 (@rubsX1) October 29, 2023
Y así hemos llegado hasta el bochorno del Gran Premio de México de Fórmula 1, al que muchos fans acudieron pensando que Pérez podía ser campeón porque nadie les había dicho la mayor obviedad que hay en la Fórmula 1: Max Verstappen es un piloto inmensamente superior a Sergio Pérez. Y las trayectorias lo demuestran.
La trayectoria de Pérez demuestra que no es un piloto para luchar contra Verstappen
2023 está siendo la decimotercera temporada Sergio Pérez en la Fórmula 1, lo que nos da un buen rango para evaluar lo que ha sido la carrera del mexicano hasta la fecha. Debutó en Sauber en 2011, y ya en su primer año Kamui Kobayashi le dobló en puntos con el mismo coche. Vale, Pérez era novato, pero Kobayashi tampoco era Ayrton Senna precisamente.
El año siguiente, 2012, en la que probablemente fue su mejor temporada en la Fórmula 1, Pérez sí logró superar a Kobayashi. Por seis puntos. Los tres podios que logró el mexicano en aquella temporada llamaron la atención de McLaren, que le ficharon para ser nada más ni nada menos que el sustituto de Lewis Hamilton. No salió bien.
Pérez solo duró una temporada en McLaren antes de que le rompiesen el contrato para subir a Kevin Magnussen en su coche. ¿El motivo? Jenson Button le pasó por encima con un McLaren que no era ninguna joya. Así que Pérez tuvo que dar un paso atrás y volver a los equipos humildes, ahora a Force India.
En su primer año en Force India, Nico Hülkenberg le dio la bienvenida sacándole 37 puntos en 2014, pero es cierto que Pérez fue capaz de darle la vuelta a la situación y ganó al alemán en las dos siguientes temporadas. Fueron los mejores años del mexicano, venciendo después tanto a Esteban Ocon como a Lance Stroll en un equipo del que ya era accionista.
Y ahí llegó Red Bull, la última tabla de salvación de un Sergio Pérez que estaba a punto de retirarse porque Aston Martin lo había despedido para fichar a Sebastian Vettel. Gracias a Red Bull, Pérez pudo pasar de estar fuera de la Fórmula 1 a disfrutar de un coche ganador por primera vez en su vida. El resultado ya lo sabemos: tras mundiales de Verstappen, tres palizas.
Sí, Pérez es un piloto digno de la Fórmula 1. Un peleón de media tabla que poco a poco se ha ido consolidando. Querer hacer de eso un campeón que bata a uno de los mejores de la historia, Verstappe, e inventarse conspiraciones para justificar que no esté ocurriendo es una temeridad que está costando bochornos con el del Gran Premio de México.
