Con el cambio de los motores V8 a los V6 turbo del año que viene, despedimos una de las estructuras de motor más importantes y longevas de la historia de la Fórmula 1 para dar paso a un nuevo destino, tan desconocido como emocionante (aún si tuvimos motores turbo en los años 80). Los motores V8 han marcado una época y se despiden por todo lo alto tras haber sido la única estructura utilizada entre 2006 y 2013. Pero los V8 tiene una historia mucho más rica.
De hecho, para encontrar el primer motor V8, hay que ir al Gran Premio de Suiza de 1952, cuando el AFM de Hans Stuck montó un motor Küchen. Precisamente este desconocido motor fue el causante del abandono tras solo cinco vueltas. El siguiente motor V8 en llegar a la Fórmula 1 sería el del Lancia D50, que luego sería utilizado por Ferrari. La firma italiana, de hecho, fue una de las precursoras en el uso regular de motores V8 desde 1955.
Los siguentes en subirse al tren del V8 fueron los chicos de la Climax, que primero trabajaron con Cooper y luego añadieron clientes como la mítica Lotus de Colin Chapman. Curiosamente, los V8 empezaron empezaron a popularizarse con los pequeños motores de 1500 centímetros cúbicos. Los motores en V permitían que el monoplaza fuera algo más corto que con los motores con cilindros en línea, por lo que fueron adoptados por varas marcas, como BRM y Ferrari, que volvía al V8 después de ganar con el 156 de seis cilindros en V.
Lo siguiente es ya historia cuando en 1967 llega el mágico motor Cosworth V8, que debuta con Lotus y se mantiene en la cresta de la ola con su DFV hasta 1983. Incluso la época turbo tiene su propio V8, fabricado por Alfa Romeo. A partir de entonces, vemos un lento declive de esta estructura, con la honorable excepción del título de Michael Schumacher con el Ford Zetec-R en 1994. Pero rápidamente los V8 quedaron como las opciones baraas para los equipos de cola y a partir de 1998, todos los equipos pasaron a usar los V10.
No fue hasta 2006, cuando volvieron los V8 por normativa. No era una opción y todos los equipos se veían obligados a usar este sistema que hacía casi una década que no se veía en la categoría reina. De esta última época de los V8, nos vamos con unos números claramente favorables a Renault, aunque sobre todo gracias a la dominación en los últimos años de Red Bull. Son cinco títulos de marcas y cinco de pilotos, los obtenidos por el propulsor francés, por uno de pilotos y dos de marcas de Ferrari y dos de pilotos y uno de marcas de Mercedes-Benz.
En cuanto a victorias, a falta del Gran Premio de Brasil de 2013, última carrera de los V8, quedan 59 victorias de Renault, 46 de Mercedez-Benz y 39 de Ferrari. BMW y Honda tuvieron ambas una victoria solitaria. Son siete en total las marcas que han fabricado motores de Fórmula 1 en este último periodo; Renault, Mercedes-Benz, Ferrari, BMW, Honda, Toyota y Cosworth. En 2014 tendremos tres marcas pero ya en 2015 se unirá Honda y pasarán a ser cuatro.
Los V8 han marcado una nueva época dorada para Renault, que tanto destacó con su mítico V10 en los años 90. Tras ser los pioneros en el turbo a finales de los años 70, ganar con los V10 y luego con los V8, ¿podrán estar arriba con los nuevos turbo V6? ¿Podrá Ferrari recuperar su gran nivel con un V6 que hace pensar en épocas de leyenda? ¿Qué hay de Mercedes-Benz, nuevos en los turbo de Fórmula 1 pero con un gran trabajo detrás? Además está Honda en las sombras, preparando su estocada. Se nos van los V8 pero lo hacen a lo grande y con la promesa de emoción en 2014.