El hecho de que los equipos de F1 apuesten cada vez más por los pilotos jóvenes y que éstos den el salto a la F1 mucho antes de lo que lo hacían hace unos años, ha provocado que los record de precocidad en este deporte se estén batiendo cada vez más rápido.
Si Fernando Alonso se convertía con 22 años en el piloto más joven en ganar una carrera al subir a lo más alto del podio en el GP de Hungría 2003, cinco años después, Sebastian Vettel le arrebataba ayer ese privilegio y con 21 años se imponía en el GP de Italia 2008.
Antes Vettel ya se había hecho con el record de piloto más joven en puntuar, en el GP de EEUU 2007, donde sustituyó al volante de un BMW Sauber a Robert Kubica, y el sábado en Monza también firmó la pole más joven de la historia. En resumen, que a Fernando Alonso, de todos sus records, sólo le queda el de Campeón del Mundo más joven, y no tanto por lo que significa, sino por quien se lo puede arrebatar, al asturiano no le haría ninguna gracia perder también ese record.
El piloto español de Renault nunca le había dado demasiada importancia a este tipo de estadísticas, aunque este fin de semana, viendo como Vettel le arrebataba tres de ellos - el alemán también ha sido el piloto más joven en subir al podio - sí que se le veía algo más interesado. Pero sin duda, el de Campeón más joven, que este año podría pasar a manos de Hamilton, "es el más importante y ojalá nadie me lo quite".
Esa fue la primera de las dos indirectas que Alonso le tiró ayer a Lewis Hamilton. La segunda fue la clara alusión que hizo del británico, aunque sin citarle, cuando aseguró que se alegraba por la victoria de Vettel, "porque se lo merece. No es lo mismo que gane él que otro que cuando gana su primera carrera igual lo tuvo más fácil, o tiene mejor coche".
Y aunque al asturiano no le falta razón, creo que cada vez está más claro que Hamilton tiene muchas opciones de convertirse este año en Campeón del Mundo. A Fernando Alonso aún le quedaría el consuelo de ser el piloto más joven en ganar dos títulos mundiales consecutivos...
